*Desde hace 15 años, Verónica y sus hijos llevan a cien tos a un mundo donde el grano y sus picosas salsas son las protagonistas en el mítico Barrio del Artista de la Ciudad de Puebla
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- Si de comer unos buenos elotes o esquites en un lugar icónico de Puebla se trata, la opción son los que vende Verónica y sus hijos en el Barrio del Artista.
Durante más de 15 años han deleitando a locales, pero sobre todo a turistas, con sus exquisitos productos. Son las 6 de la tarde, el sol ya se ocultó y es momento de que doña Vero, como le dicen sus clientes, instale sus tres negocios a unos pasos de la casona en donde en 1943 Frida Kahlo y Diego Rivera estuvieron en este barrio para convivir con los artistas locales y también conocer sus creaciones.
Lo especial son la salsa casera hecha con una receta familiar que hace sudar a todos los que se atreven a probarla. “Esa me la enseñó a hacer mi mamá”, dice con un gesto especial en su cara, mientras ve como uno de sus clientes sufre tras enchilarse con un elote en vaso.
Si se quiere un elote se puede elegir de la vaporera y Carlos, hijo de Verónica, comenzará a prepararlo untándole suficiente mayonesa y queso además del chile en polvo que es para los que comen menos picante.
En otro anafre, una olla de barro con el esquite. A ese también le puede echar su salsa especial aunque advierte que no tiene bebidas para calmar el picor que provoca.
Doña Verónica está a un lado en su comal preparando chalupas que también son muy buscadas por los vecinos de la zona: hay gente que se acerca desde otros partes de la ciudad solamente para probarlas. Mientras que su hija Karla ha iniciado con su emprendimiento y complementa el stand con una plancha en donde cocina las gorditas de nata.
El poder degustar un elote un esquite una orden de chalupas una gordita de nata sentada en una de las bancas en este que es uno de los pasillos más turísticos e icónicos de Puebla es una experiencia inigualable.
Por eso, los que ya son consumidores frecuentes, saben que si llegan después de las 7, les tocará esperar porque comienzan a hacerse la fila que en un buen día puede llegar hasta la esquina de la calle 2 oriente.