Un reloj, una primaria… y recuerdos

*El colegio José María Lafragua de la ciudad de Puebla resguarda imborrables pasajes de cientos de poblanos y poblanas y mantiene un reloj obsequiado por Porfirio Díaz

Guadalupe Juárez

Puebla, Pue.- Un edificio de dos niveles con ventanas alargadas y un reloj redondo en la punta de la entrada se mantienen intactos por más de un siglo, cuando la primaria José María Lafragua abrió sus puertas.

Los rincones de la escuela ubicada en la esquina de la 7 Oriente, entre 2 Sur y 4 Norte, siguen llenándose de risas al mediodía, de voces de niñas y niños que salen al recreo o sus susurros en los salones al escribir apuntes en las libretas y el paso de las horas entre lecturas y ejercicios con lápiz y goma en mano.

Se dice que fue la primera escuela pública de la Ciudad de Puebla, inaugurada por el presidente Porfirio Díaz en noviembre de 1892, quien obsequió el reloj que está en la fachada.

La primaria no sólo está en la mente de aquellas infancias que estudiaron en sus salones, también de los adultos que alguna vez pudieron ir a la escuela nocturna que habilitaron por algunos años.

En redes sociales, los recuerdos brotan de las generaciones de alumnos que recuerdan con nostalgia los grupos a los que fueron y a sus maestras que los acompañaron en su camino durante su etapa escolar.

Cronistas aseguran que no sólo familias poblanas enteras se formaron en la primaria, sino exgobernadores como Antonio Nava Castillo y Alfredo Toxqui Fernández, ex procuradores de justicia, diputados, presidentes municipales y periodistas.

Se ha llegado a decir que artistas también estudiaron en sus aulas como María Elena Velasco, conocida como La India María.  La escuela sobresalió en el basquetbol y otras justas deportivas en competencias escolares nacionales.

La Lafragua conserva una placa del por qué su nombre, el cual se eligió por ser uno de los políticos más importantes de la entidad en el siglo XIX: José María Lafragua, un hombre nacido el 2 de abril de 1813 en la capital poblana.

José María Lafragua destacó por su paso como alumno en el Colegio del Estado, en donde en 1835 se convirtió en el primer abogado egresado de la institución.

En 1842, siete años después, se convirtió en diputado local, por lo que se le atribuye el Código Civil y el de Procedimientos Penales y en la Ley de Garantías individuales.

Su trabajo fue reconocido por el presidente Benito Juárez, quien lo nombró director de la Biblioteca de México en 1867, ocho años después falleció.

 

 

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