*Cuenta la leyenda que idea del templo de la Santísima Trinidad de la Ciudad de Puebla se gestó desde 1530 y desde 1917, los padres redentoristas llegaron como encargados del templo
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- En el siglo XVII era una residencia episcopal, luego pasó a ser un convento y ahora es un templo que sobresale por su sobriedad en comparación de otros inmuebles de la época, colocándose como un modelo del barroco poblano.
En la entrada principal del templo de la Santísima Trinidad, ubicado sobre Avenida Reforma, esquina con la 3 Norte, te da la bienvenida un nicho con la imagen de la Purísima Concepción, una figura tallada en piedra blanca de Villerías.
Es una mujer, con un vestido blanco que la cubre de pies hasta el cuello, una corona en su cabeza que une las manos con una mirada afligida y gestos de sufrimiento que se reflejan en la caída de comisura de sus labios.
Su interior es amplio, como toda iglesia, bancas de madera, un Altar Mayor y los feligreses que rezan tan bajito, como si sólo fuera un hilo de suspiros que sale de su boca.
Las personas entran, el silencio pega de golpe, deja atrás los automóviles, el sonido del organillero, la gente vendiendo billetes de lotería y el canto desafinado de un hombre con un micrófono y una bocina en la banqueta.
Entre las obras colgadas de sus paredes del recinto, que en una mitad es luminoso, pero en otro oscuro y lúgubre, se encuentra la escena de la vida de Santa Rosa, Una Concepción con alegorías y una santa Leocadia que puedes ver detenidamente.
Se dice que lo único que se conserva de manera original es el coro alto que se incorporó al cuerpo de la iglesia, mientras que los altares y la decoración corresponden al siglo XIX.
La idea del templo se gestó desde 1530, cuando la reina Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, llegó a Nueva España junto a Fray Juan de Zumárraga y seis beatas de Salamanca, España de la orden de monjas concepcionistas, quienes fundaron el primer convento femenino en Ciudad de México.
En 1953, se crea el convento de la Limpia Concepción de Nuestra Señora de la Puebla de los Ángeles, que tuvo una buena aceptación de las jóvenes, pero sólo las mujeres criollas podían entrar, pues tenían que pagar una dote que sólo tenían las familias con dinero.
De ahí que el alcalde Alonso Rivera Barrientos y Alonso Rodríguez Gallegos, un regidor perpetuo, se reunieron y fundaron un nuevo convento llamado Trinitarias concepcionistas o Convento de la Santísima Trinidad.
Sin embargo, carecía de un templo, por lo que adaptaron el zaguán como una capilla y en la segunda mitad del siglo VXII construyeron un templo digno.
En el siglo XIX, tras el triunfo del movimiento liberal, las trinitarias fueron despojadas de sus bienes, salieron del convento y con el presidente Benito Juárez en 1861 muchos conventos se redujeron o se fusionaron, en este caso las trinitarias con las concepcionistas y las monjas fueron expulsadas.
Desde 1917, los padres redentoristas llegaron a la capital poblana, tres años después fueron nombrados como encargados del templo, lo cual sigue vigente hasta la fecha, con todo y el paso del tiempo, congelado en la nave de este templo.