*Los nueve grabados del pintor español se mantienen resguardadas en la hacienda de Tepetlcalli en Tepeyahualco, una estancia que data de 1840 y en ocasiones son exhibidas al público
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- Trazos a lápiz de tres molinos de viento que parecen gigantes, un hombre a caballo intentando enfrentarlos valientemente y, al calce, Dalí, la firma del pintor español surrealista más reconocido del arte contemporáneo.
Las obras, nueve grabados para ser exactos, forman parte de una colección privada que se conserva en la hacienda de Tepetlcalli en Tepeyahualco, una estancia que data de 1840, un espacio en el que convergen piezas arqueológicas y de arte, entre ellas de Salvador Dalí.
La serie de grabados de 1945 han sido cuidadosamente colocados en marcos dorados, y de vez en cuando pueden ser visitados en muestras en la capital poblana en las que son prestados por sus propietarios, aunque la mayor parte del tiempo se resguardan en la hacienda de la familia de Juventino Limón.
Cuenta la leyenda, que en un día cualquiera, Juventino se encontró con el artesano de origen Belga, David Keymolen, en una estación de ferrocarril en 1949; platicaron y coincidieron en gustos artísticos, desde ese encuentro lo invitó a su hacienda donde retomaron su amistad.
De acuerdo con David, durante su estancia en Estados Unidos era amigo de Dalí, por eso le ofreció sus dibujos a Juventino, quien los adquirió de inmediato, sin saber cómo pasaron los grabados a las manos del artesano Belga.
Dalí plasmó varias escenas de la novela El Quijote de la Mancha a lápiz, como la caída del caballo, don Quijote y Dulcinea, “Don Quijote molido y quebrantado”, Don Quijote en la Venta y episodio de la locura en algunos trazos, apenas en sombras sobre el papel blanco.
Hay otro par de dibujos hechos por Dalí de la misma obra, pero a color, como el “Manteo de Sancho Panza”, en el que se observa a unos cuatro hombres sostener una tela roja, mientras otro más sobrevuela sobre ellos con su sombrero a punto de caer.
En otro dibujo a color está la escena del Yelmo de Mambrino y la franja de a lucidez y la cordura de El Quijote, quien está sentado en una piedra.
Los grabados cuentan con un certificado de autenticidad en el que se asegura que es parte de la colección Las mudas del arte, una edición única con 20 reproducciones realizadas por Artidal en Madrid, España.
Dalí llegó a Estados Unidos durante el estallido de la Segunda Guerra Mundial, después de residir en París. Empapado de la cultura pop, comenzó a hacer trabajos con Alfred Hitchcock o Walt Disney, así como ilustraciones de varias obras, entre ellas la de El Quijote, trabajadas entre 1945 y 1946.