*En una pared tres poderosos símbolos, entre ellos unas líneas del escritor francés autor de Los Miserables que envió en Apoyo a los poblanos durante la invasión gala
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- En una pared pueden coincidir el rostro de un expresidente de México y las palabras de un poeta en una carta dirigida a los poblanos en medio de una guerra contra Francia.
A un costado de la entrada principal de la Casa de la Cultura de Puebla, como si se tratara de un cuadro que cuelgas en una casa, pende el rostro de Benito Juárez con los ojos cerrados, como en un sueño profundo, apenas con un poco de cabello echado hacia atrás.
Es una escultura de bronce con una placa del lado izquierdo de menos de 13 centímetros de largo y seis de ancho.
“Mascarilla funeraria del Dr. Benito Juárez. Donación a la Casa de la Cultura de Puebla por el Supremo Consejo de México y Jesús Ferrer Gamboa”, reza la lámina fechada el 21 de marzo de 2014, el día del natalicio del hombre conocido como el Benemérito de las Américas.
La música clásica suena desde un saxofón en el patio, donde han montado una fiesta de los 50 años del inmueble, mientras la gente observa a la banda sinfónica que toca una tarde de domingo, algunos curiosos reparan en los objetos colgados en esta pared.
En una placa oscura, al lado de la mascarilla de Benito Juárez, hay un escrito de 14 líneas firmadas por el poeta francés Víctor Hugo, autor de Los Miserables, es una carta en la que dirige unas palabras a los habitantes de Puebla.
Habla de una guerra con su país natal al que llama imperio y dice estar con los poblanos y en contra de su patria, les pide luchar, combatir y usar su nombre si de algo les sirve.
“Valientes hombres de México, resistid”, se lee en las letras doradas que contrastan con el fondo negro.
El mensaje de aliento habla sobre dos banderas ondeando, de si son vencedores ofrecerles su fraternidad de ciudadano y de ser vendidos su fraternidad de proscrito.
La carta no tiene fecha, pero sí la mascarilla funeraria del autor donada por el Embajador Jean René Bernard, un 7 de diciembre de 1979.
Víctor Hugo tiene los ojos cerrados, una barba tupida al igual que el bigote, poco cabello y unas arrugas en la frente como de quien no puede dormir.
Un poeta y un expresidente, un francés y un mexicano, un promulgador de leyes y un escritor de obras que han dado la vuelta al mundo, juntos en una pared en Puebla.