*En la cúpula del altar de los Reyes de la Catedral de Puebla, sorprende la obra de Cristóbal de Villalpando, uno de los más grandes artistas novohispano; hay quienes se preguntan si es el corazón, alma o el espíritu del recinto religioso
Anselmo Betancourt
Puebla, Pue.- Cuando la mirada alcanza el cielo, aparece una obra de arte que pareciera tocada por el dedo del creador.
Si la altura de las cúpulas de la Catedral de la Ciudad de Puebla empequeñece a cualquiera, mirar El Triunfo de la Eucaristía nos ubica en nuestra justa dimensión como humanos.
De por sí recorrer la Catedral de Puebla es entrar al corazón de la época novohispana, observar la obra de Cristóbal de Villalpando es sorprenderse por su belleza, por su significado.
El autor fue uno de los más grandes artistas novohispano. Su obra, pintada ex profeso para la Catedral de México, la de Guadalajara y la de Puebla, entre otros recintos, es uno de los mayores logros del arte de nuestro país.
El Triunfo de la Eucaristía, por ejemplo, situado en la Cúpula del altar de los Reyes en la maravillosa catedral de Puebla, es el epítome del arte sacro en México. Algunos críticos han llegado a comparar esta obra con la de igual título de Rubens, y no es para menos, pues en ella se encuentra la comunión de lo religioso y lo artístico que tanto buscaron los artistas de la época.
Si pensamos que Villalpando fue contemporáneo de Sor Juana Inés de la Cruz, podríamos decir que en esos años la asención del arte alcanzó su plenitud, tanto en lo pictórico como en lo literario.
Una virgen, rodeada de ángeles y acompañada de la Santísima Trinidad. Sin embargo, como en todas las grandes obras, las alegorías representadas ahí son muchas, desde el maná hasta la presencia de la Virgen María.
Quien se dé la oportunidad de detenerse a observar solamente esta obra, podrá estar en el centro de la Catedral que ya por sí misma es una obra de arte orgánica. ¿Qué sería El Triunfo de la Eucaristía en el organismo que es esta catedral? ¿El corazón, el alma, el espíritu? Eso solo lo podrá apreciar distinguir y decidir el visitante a Puebla a uno de sus máximos monumentos.