*El artista de aquel mítico programa de la televisión poblana El Club de la Buena Suerte, sigue dando vida al irreverente El Barnaby; sus shows de ventriloquia, magia y comedia siguen siendo un deleite
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- Con la misma frescura que hace casi 30 años aparecía en el mítico Club de la Buena Suerte, Aramiz aparece ante un público que lo vitorea, junto al Barnaby, su inseparable compañero que escenifican uno de los mejores shows de ventriloquia, magia y comedia.
Deja asombrados al respetable. La magia de Aramiz hace que Barnaby se mueva en su pequeño auto con el que entra al escenario con su irreverencia característica.
“Ya vi a mucho gorrón aquí”, es la frase con la que el pequeño muñeco inicia el sketch y con la que provoca las primeras risas del expectante público que presencian una actuación más de Juan Pablo Spelz, mejor conocido como Aramiz, el mago que inició su carrera en 1976.
El artista se llena con los aplausos y risas del público, una sensación que Aramiz generó al máximo durante su etapa en el programa El Club de la Buena Suerte que durante los 90 tenía picos de rating en la televisión poblana.
Se acabó la rutina con Barnaby y ahora es turno de Higinio, un roquero loco que está peleado con la vida, ocurrente y sarcástico arranca carcajadas de los espectadores. Se cierra el show de ventriloquia con Don Moy, un viejito rabo verde y libidinoso, lleno de anécdotas chistosas.
“Ya se me olvidan algunos trucos, el tiempo no pasa en vano”, suelta Aramiz cuando un acto de ilusionismo no salió como esperaba para rescatar su presentación con la comedia que lo ha llevado a presentarse en espectáculos en todo el país, el extranjero e incluso en el icónico programa Sábado Gigante con Don Francisco.
Con casi 50 años de trayectoria, el mago Aramiz sigue activo y en el 2021 fue galardonado con el reconocimiento ‘Los Ángeles’ como personaje destacado en Puebla, además de que recientemente estuvo en Los Ángeles, California, donde participó en el programa de televisión Tengo talento, Mucho talento.
Su vigencia también está en la búsqueda de incentivar y apoyar a los artistas poblanos, esos que no tienen los reflectores que él ya recibe, por eso con voz contestataria sabe hacer llegar los mensajes correctores durante sus presentaciones.
“Ni la magia ni el ilusionismo son consideradas como un arte por instituciones culturales, esto impide que los magos que tienen clubes o asociaciones puedan acudir a solicitar apoyos para organizar congresos, que es el único medio por donde podemos aprenderla”.
Aramiz acabó una presentación más, se despide del público que lo llena de aplausos porque es un verdadero showman, que mantiene viva el arte del entretenimiento siendo además una inspiración para las nuevas generaciones.