*Las leyendas sobre el origen del nombre de uno de los mercados más emblemáticos de la ciudad de Puebla van desde un burdel francés hasta la conjugación de dos nombres de calles
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- Un golpe de olores y sensaciones impactan al recorrer sus pasillos. El aroma de las frutas frescas es lo primero en entra cuando se pone un pie al interior del mercado “Carmen Serdán” La Acocota.
Ese olor fresco y cítrico de las naranjas y el dulce de las guayabas emana del emblemático mercado del Barrio de la Luz, uno de los más antiguos de la ciudad virreinal de Puebla.
El olor del queso fresco que sacan de los refrigeradores de cristal, del quesillo que cortan con un cuchillo y ofrecen para probarlo, del requesón en una bolsa de plástico, el chorizo colgando de un tubo de metal y el del pollo entero sobre la loza fría.
El aroma a incienso de lavanda nos indica el área de herbolaria con cientos de remedios en frascos con etiquetas sobrepuestas y bolsitas con hierbas y plantas que ofrecen para curar cualquier mal.
Los días con más gente con sus grandes bolsas cargando sobre sus hombros, los pasillos son intransitables, chocar con el hombro del otro y hasta mallugar las compras son la constante.
Los comerciantes de cada puesto quieren llamar la atención “¿qué le voy a dar?, ¿qué va a llevar, güerita?”, ninguno da el tiempo suficiente de decidir, todos sacan lo mejor de sus productos, el mejor precio y kilos completos.
Fundado en 1956, se encuentra entre la 4 Oriente y 6 Oriente, entre la 16 y 18 Norte, y aunque su nombre oficial es Carmen Serdán, desde hace décadas los poblanos se refieren a él sólo como La Acocota.
Detrás de su apodo hay una peculiar anécdota que se cuenta de boca en boca: debido a un burdel de jóvenes francesas, una de ellas hermana de combatiente que se quedó en Puebla después de La Batalla del 5 de Mayo. El lugar, que se asentó en el Barrio de la Luz era referido como Le Coquette, pero conforme pasó el tiempo le llamaron La Acotota.
Sin embargo, el libro Las Calles de Puebla de Hugo Leicht existen rastros de lo que pudo originar el nombre de uno de los centros de abasto más concurridos de la ciudad: en 1773 había una calle nombrada Cocote y la Calle Segunda del Cocote en el Barrio del Alto.
Saquen sus conclusiones.