Las reliquias de Jerusalén en Puebla

*En una capilla de fachada en amarillo del mítico barrio del Alto de la ciudad de Puebla, se resguardan celosamente pedazos de la historia de Jésus, el Mesías católico

Guadalupe Juárez

Puebla, Pue.- Un pedazo de la gruta donde nació Jesús forma parte de uno de los fragmentos de la historia religiosa de la humanidad que se resguarda en la ciudad de Puebla.

Otra “joya”, que se encuentra en una capilla del barrio del Alto, es un fragmento del Getsemaní, aquel jardín donde se sentó a rezar El Mesías católico, antes de ofrecer su vida por la humanidad y se crucificado.

Cada pedazo de una historia milenaria, como el pedacito de roca donde murió Jesús, se exhibe en la décimo segunda estación de El Calvario poblano, en una de las capillas donde cada año en Semana Santa es posible apreciarla, una construcción del siglo XVII.

Una fachada pintada de amarillo, con escalones rodeados de árboles pequeños que dejan observar, sin ningún problema, encima de la estructura un cielo azul, sobre todo en los días despejados.

Hay reliquias que pocos conocen, pero que son traídas desde Jerusalén, aquella ciudad sangrada cerca del mar mediterráneo conservadas en un espacio religioso en la Esquina de la 22 Oriente.

Es conocida como la estación de “La expiración”, donde muere Cristo, una de las más grandes e importantes de las que quedan en pie, en cuyo interior se conservan lienzos de los momentos de “la Pasión”.

Las reliquias son reconocidas por el Vaticano y fueron traídas a la Nueva España como parte del primer viacrucis en el continente americano, por lo que la capilla fue dotada de privilegios y cada jubileo tiene la capacidad de otorgar indulgencias plenarias a las personas que crucen su puerta, como la “puerta del perdón” de la Catedral Poblana.

Dicho de otra manera, cada viernes de cuaresma, los feligreses pueden obtener siete años de perdón de cualquier “pecado” que hayan cometido, de acuerdo con las costumbres religiosas del catolicismo.

Las piezas son llamadas reliquias de primer nivel, las cuales se encuentran incrustadas entre los muros de este recinto religioso.  Inclusive hay un pedazo del sepulcro, donde se dice, quedó el cuerpo sin vida de Jesús, mismo en el que resucitó.

En las piezas que están en el lugar hay hasta una piedra con sangre de Jesús recogida en 1808 por un religioso después de un incendio en el sepulcro.

También es posible ver un clavo igual en tamaño y forma al que se encuentra en Roma, en la Basílica de la Santa Cruz, y hasta un fragmento de la cruz en donde crucificaron al llamado “hijo de Dios”.

 

 

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