*Con adornos característicos del barroco poblano, el recinto fue construido en 1730 en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla; cientos acuden a orar por la salud a la Virgen de la Soledad
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- La fachada es sencilla, nada ostentosa en comparación con otros recintos religiosos de las calles del Centro Histórico de la capital poblana, pero en su interior se observa la relevancia de la imagen que resguarda la emblemática iglesia de la Soledad: la Virgen de la Soledad.
Los retablos dorados con adornos característicos del barroco poblano se encuentran llenos de pinturas al óleo que acompañan la escultura de San José, las cuales relatan su vida como patrono en la Nueva España.
La iglesia conformada por una sola nave y en el altar mayor, al centro, dentro de una vitrina, la imagen con un manto negro, adornado con estrellas, con mirada penetrante y una corona dorada.
Fue construida en 1730, templo ocupado 18 años después por la orden de las Carmelitas descalzas, religiosas que más tarde se reconocieron como Carmelitas de la Soledad, por la virgen que custodian, una de las más veneradas de la ciudad.
En el recinto, ubicado en la 2 Sur y 11 Oriente, a la entrada, en un retablo ubicado a la derecha que data de 1733, se observa una muestra de la adoración que tienen en la ciudad a esta imagen religiosa, pues en la pintura retrataron una de las primeras procesiones de la virgen por las calles para llegar a su iglesia.
La virgen está vestida de blanco que significa esperanza y una capa negra por el luto, atuendo que solían utilizar mujeres españolas tras la pérdida de un ser querido.
Se dice que la virgen es española, mandada a hacer por un conde para dársela de regalo a un trabajador que se fue a vivir a la Nueva España, pero que al ser elaborada y llegar a un templo en Cádiz, las religiosas del lugar quisieron quedársela por la belleza de su rostro.
Fue hasta que la madre superiora enfermó, y entre sueños la virgen le dijo que si quería recuperar su salud, tenía que echarla a un barco hacia la Nueva España para llegar a su verdadero propietario. El trabajador la recuperó y le hizo un templo, pero la fama de la virgen había crecido, las mujeres de las clases más altas le bordaron un vestido de terciopelo con plata. La imagen quedó en manos de la iglesia y de las cofradías que se fueron formando con el paso del tiempo.
Ahora, la Virgen de la Soledad es relacionada con la salud. Los fieles que acuden a visitarla piden por milagros relacionados con padecimientos, y cada viernes Santo, un grupo de mujeres son las que la llevan sobre sus hombros en la procesión más grande del año, junto a otras imágenes consideradas como milagrosas.