El bosque urbano de elfos y hadas

*En una guarida del Centro Histórico de la Ciudad de Puebla pequeños rostros de todos los colores, con orejas puntiagudas; seres de otros mundos, como las hadas y brujas

Guadalupe Juárez

Puebla, Pue.-  Al entrar puedes ver diferentes rostros de criaturas pequeñas con distintos rasgos como color de piel: rubios, apiñonados, morenos, piel negra, azules, canosos; otros con barba, sonriendo, rostro serio e incuso aparecen hadas con cuerpos exuberantes y alas angelicales o diabólicas.

En la sala iluminada, todos ellos te observan y sonríen.  Uno de ellos es Puck, un elfo de orejas puntiagudas, pelirrojo, mejillas rosadas y al sonreírte le faltan algunos dientes; lleva en su mano derecha una bolsa roja y un cuarzo negro colgando de su cuello con un traje de elfo de color amarillo y azul. Dicen que ayuda a tener buena suerte.

Una colección única de elfos y hadas traídas desde España, creadas por Pep Catalá, un diseñador que en una conversación con un campesino le platicó de seres diminutos que convivían en el campo y despertó en él la curiosidad de saber más sobre ellos e investigar todo en torno a los elfos en Europa.

Todos viven en la Galería Colibrí, un espacio lleno de mitología nórdica y magia, donde los seres humanos pueden convivir con criaturas inmortales que llevan consigo un cúmulo de energía positiva, con una virtud y un propósito para quien los posee.

Margarita Ramos, poblana y contadora, inició con un negocio de artículos religiosos y artesanías hace 15 años en la 9 Oriente número 6, pero en una visita a Ciudad de México encontró a los elfos y hadas.

“Los elfos son de muy buena calidad, se asemejan mucho a la realidad, sus rasgos son muy finos y son hechos de vinil, su cuerpo es de tela, sus ojitos son de cristal, entonces son muy expresivos les gusta mucho su fisonomía. A pesar de que algunos tienen una carita extraña son muy agradables para la mayoría de la gente”, cuenta.

Hay quienes creen que estos seres son como amuletos y los han ido coleccionando de acuerdo a su significado, quienes no pueden comprarlos pero quieren conocer a los 66 elfos, llegar a este espacio que los exhibe como en un museo por 25 pesos.

Margarita dice que no hay nada sobrenatural en ellos: ni religión, ni brujería, pero sí son seres mágicos que representan al elemento tierra, basados en la leyenda de las tribus celtas, quienes creían que ayudan a absorber la energía negativa y a limpiarla para convertirla en positiva, lejos de la superstición.

Las hadas del color del que estén vestidas y también hay un espacio para más criaturas fantásticas: los dragones que además de representar al fuego, simbolizan sabiduría.

Estar en esta galería es una puerta desde Puebla a un mundo mágico con criaturas de cuentos y películas.

 

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