La Virgen de la Ciudad Sagrada

*Conocida como la Protectora de los Conquistadores, los historiadores aseguran que llegó a América de la mano de Hernán Cortés y a Puebla gracias a uno de sus militares; hoy es la más venerada en Cholula

Guadalupe Juárez

Puebla, Pue.- La virgen de los remedios parece una muñeca con sus mejillas rosadas, cabello castaño, piel muy blanca y un rostro preocupado con mirada afligida hacia el vacío.

Siempre es bien vestida por los habitantes de Cholula, sobre todo al inicio de su fiesta anual en el último día de agosto, cuando lleva un manto azul bordado de dorado y un velo blanco, un par de aretes dorados y una corona plateada que contrasta con la areola sobre su cabeza y la luna a sus pies.

Rodeada de todo tipo de arreglos florales y de personas que se ofrecen a cargarla sobre sus hombros durante las decenas de festividades a lo largo del año, cuando suele bajar de su templo en lo más alto de la pirámide, lo hace en medio de fiesta, con música regional y cohetes que truenan en el cielo.

Es la imagen más venerada en Cholula; a su paso los pobladores le rezan, le cantan, le lloran o la iluminan como en la procesión de faroles, una tradición en la que la virgen baja de su santuario y recorre las calles con personas que cargan una luz para iluminar su camino.

Se dice que sus constantes peregrinaciones y bajadas de la pirámide son relacionadas a evitar plagas, pedir que haya lluvias para las cosechas e inclusive para defender su territorio.

Como toda imagen religiosa, tiene varias leyendas de cómo llegó a convertirse en la “patrona” de Cholula, pero los historiadores afirman que la imagen, conocida como la Protectora de los Conquistadores, llegó con Hernán Cortés y a Puebla gracias a uno de sus militares, quien la encerró en una arquilla de madera y la sepultó en la pirámide.

Hay una historia popular que dicta que de un campesino que vio en el fondo de un pozo una muñeca muy bonita, la sacó y se la llevó a su hija, pero la pieza desapareció. Cuando vio en el pozo, la imagen seguía ahí, volvió a sacarla y ella regresó. Le contó a un sacerdote lo que había sucedido y éste le dijo que se trataba de una virgen.

Otra leyenda es la de una panadera muy exitosa de la zona que tenía un cliente español frecuente, quien le quedó a deber dinero y como forma de pago le dio una escultura traída de España.

La mujer notó que era milagrosa y un grupo de pobladores se la pidieron para participar en una procesión junto al Apóstol Santiago, ella accedió y cuando vio que no la querían devolver, exigió que le construyeran su propio recinto religioso, y así fue como la icónica estructura surgió en su honor.

Otra versión es que, en medio de la colonización, como solía pasar en los espacios a los que llegaban los españoles, construyeron un templo encima de la gran pirámide construida a Chiconnauhquiahuitl.

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