*El amor a la pelota se refleja en un Torneo de Feria en Amozoc, con miles de partidos llaneros entre las diferentes divisiones del certamen; un punto de reunión para los ‘talacheros’ y los amantes del balompié
Antonio Zamora
Amozoc, Puebla.- David Acuña, uno de los jugadores más queridos en el torneo, está frente al balón, va a tirar un penal que le puede dar el título de campeón a Camoteros, el equipo con el que participó el año pasado y una jugada suya los dejó sin el trofeo que se presume por todas las calles del municipio.
Intentó ser jugador de Primera División, pero la vida lo llevó a convertirse en un futbolista amateur que disputa los torneos más importantes a nivel nacional e internacional, pero la presión de cobrar el penal en la Feria de Amozoc, es algo que le representa un reto mayor.
“La verdad sí me puse nervioso, pero gracias a Dios lo pide anotar y salimos campeones”, dice durante el festejo al coronarse como el nuevo monarca del Torneo Anual de la Feria de Amozoc, que reúne a miles de personas que tienen una cosa en común: aman el fútbol.
Cada 15 de agosto, Amozoc celebra su feria anual para venerar a la virgen María de la Asunción, con lo que música, fiesta y comida recorren las principales calles del municipio, pero también se viste de gala para recibir a jugadores de varias partes de la república e incluso del extranjero para el Torneo de Feria que es tradicional en la región y que comenzó en 1974.
Desde entonces, la cancha conocida como ‘La Vía’ se ha convertido en escenario de miles de partidos del certamen que se desarrolla durante tres días, pero también se volvió un punto de reunión para los ‘talacheros’, futbolistas que cobran por jugar.
La fiesta del fútbol o festival de la ‘talacha’ llama la atención de jugadores no solo de Puebla, sino también está marcado en el calendario para los de Veracruz, Ciudad de México, Estado de México y Tlaxcala.
Y si algún dueño de equipo -quienes conforman el plantel compran los uniformes, cargan con todos los gastos y se quedan con los trofeos- quiere competir y poner en alto su nombre en el municipio, desembolsa fuertes cantidades de dinero para conseguir talacheros del extranjero.
El Torneo no entrega premios en efectivo a los ganadores, los dueños de equipos el único reembolso que tienen a su fuerte inversión es el orgullo de ser campeón del municipio o la amargura de haber contratado a los talacheros incorrectos.
La pasión también la viven los cientos de aficionados que se acercan para presenciar los encuentros, sobre todo las finales, en la que la cancha está rodeada de personas que prácticamente se vuelven parte del juego.
Así, cualquier gresca o encontronazo en la cancha rápidamente enciende los ánimos de los espectadores; en este torneo son normales las broncas fuera y dentro del terreno de juego, algo para lo cual ya van mentalizados tanto jugadores como árbitros.
“Está cabrón porque no tienes para dónde correr”, dice un silbante que ha vivido en carne propia una final del Torneo y para el cual se llevó a la bolsa un aproximado de 1,500 pesos por pitar durante los tres días.
Brasileños y colombianos son los mercados de talacheros que más se mueven en el futbol amateur de Puebla y en especial para el TAFA. De hecho, destaca la historia de Víctor Ferreira ‘Vitinho’, quien alguna vez tuvo participación en el certamen amozoquense como pagado y que ahora juega en la Primera División del futbol de Camboya.
Otro caso parecido es el del nacido en Izúcar de Matamoros, Carlos Negrete, quien no recibió las oportunidades que deseaba en el balompié profesional en México y encontró en Centroamérica su lugar en el mundo.
El ‘Messi del Santa’ es como lo conocían cuando jugó en el Santa Gema de la Segunda División de Panamá en 2014. Tras su regreso a Puebla, ya era una constante su participación en el Torneo de Amozoc, al cual también acude como talachero.