*Para rendir tributo a Huehuecóyotl, conocido como el dios fiestero, dos jóvenes abrieron el lugar en el Centro Histórico de la Ciudad de Puebla, donde crearon curados de danonino, cempasúchil, Chile en Nogada, mazapán o pica fresa y hasta de aguacate
Guadalupe Bravo
Puebla, Pue.- Nacer en el seno de una familia de tlachiqueros marcó el camino de Marlene Cruz y Daniel Díaz, dos jóvenes que encontraron en el pulque el amor por México y sus tradiciones, especialmente por el Día de Muertos.
Recordar a los difuntos fue la inspiración para crear Calavera Coyote, un lugar donde beber pulque es sinónimo de camaradería, diversión y orgullo por pertenecer a la cuna de ancestros que libaban del maguey el aguamiel, que después de extraerse y fermentarse se convierte en la bebida blanca.
Los secretos de esta antigua bebida habitan en Calavera Coyote, que se cimentó en la unión de Huehuecóyotl, que significa coyote viejo en la lengua madre y el dios de las artes en la mitología mexica; con la figura más representativa del Día de Muertos, la calavera.
Marlene y Daniel decidieron, luego de participar en varios eventos itinerantes y festivales, instalar un sitio donde se honrará a Huehuecóyotl, también conocido como el dios fiestero, capaz de transmutar entre lo viejo y lo nuevo, lo mundano y lo espiritual, lo masculino y lo femenino.
Existen muchos mitos alrededor del pulque, y ella se esfuerza por derribar estas quimeras, pues la historia cuenta que el pulque solía ser la bebida alcohólica por excelencia en las fiestas mexicanas, pero con la llegada de la cerveza al país, las compañías que la elaboraban dispersaron estas falacias para desacreditarlo y desplazarlo del mercado.
También se enfrentan a la representación que existe en el imaginario colectivo de una pulquería, pues a través de las películas del cine de oro mexicano o hasta de ficheras, se estableció una idea de cómo son estos lugares, a los que se suele de calificar de inseguros e insalubres.
Ante este panorama, decidieron innovar y rescatar al pulque de lo que pudo haber sido una inminente extinción. En sus inicios, lo compartían en fiestas de amigos y familiares; en 2015, se aventuraron a participar en el Festival Equinoccio de Cholula con las recetas ancestrales, pero dándole al producto una presentación diferente a la convencional, por ejemplo, con el pulque de mango en un recipiente escarchado con chamoy y con el de vino tinto, que se convirtió en uno de los favoritos de los asistentes en esa edición.
La emprendedora y barman de 28 años cuenta que en la siguiente edición del festival, los vendedores de pulque más convencionales también se sumaron a la originalidad de Calavera Coyote y hasta copiaron algunas de sus estrategias que los llenó de alegría, pues surgía nuevamente el auge del pulque.
Con la motivación a flor de piel decidieron abrir un local casi frente al Congreso de Puebla, el primer día se armaron con tres vitroleros y 100 litros de pulque de diferente sabor, para su sorpresa llegaron más clientes de los que esperaban y al final del día sirvieron 600 litros. Ese día marcó el inicio de una historia de éxito, pues con la pandemia surgió la oportunidad de encontrar un nuevo hogar, actualmente se encuentran en la avenida 3 oriente 208 en el corazón del Centro Histórico.
Ahí, con valor, astucia y conocimiento, Marlene crea curados de diversos sabores como el de danonino, que surgió para festejar el Día del Niño; el de cempasúchil, la flor característica del Dia de Muertos; el de chile en nogada, el platillo típico poblano, el de mazapán o pica fresa, para rememorar la niñez o hasta el de aguacate, la estrella del Super Bowl.
Gracias al talento y al paladar que tiene Marlene, así como a las clases, cursos y talleres de mixología que ha tomado, también crea curados de temporada tales como el de ponche, hojaldra, cupido y mandarina.
La explosión de sabores no termina ahí, pues tanto Marlene, Daniel y la señora Verónica, quien se integró al equipo para reforzar el talento, combinan los snacks con ingredientes tradicionales de la gastronomía mexicana; es así cómo es posible encontrar dentro de su menú la pizza de cochinita pibil, quesadillas de huitlacoches o el famoso itacate, compuesto de carne asada, chorizo, nopales, guacamole y cebollitas. Y no solo cabe resaltar que fusionan los sabores en platillos innovadores, sino que también todos los insumos son adquiridos con campesinos y artesanos del estado.
Y no solo el sazón y los curados enorgullecen al equipo de Calavera Coyote, pues también les genera satisfacción ser un lugar donde los poblanos y turistas hacen una parada obligada, donde se sienten seguros y donde le Día de Muertos se celebra cada día gracias a su espectacular decoración, hecha por Marlene, alusiva a la temporada y también a sus grandiosos murales bosquejados por un establecimiento de tatuajes con el que hicieron alianza, ya que buscan impulsar el talento poblano.
El deseo de preservar nuestro orgullo mexicano es un fogón que arde dentro de estos jóvenes emprendedores que dan muestra del talento y esfuerzo que existe en el país, pues han convertido el lugar en un espacio seguro para las mujeres, los colectivos, los turistas y los poblanos que deseen despojarse de los mitos que rodean a la bebida y disfrutar de un pocillo de pulque o de un curado de Chile en Nogada con sus amigos.