El semillero musical

*Los sonidos del piano, guitarra e instrumentos que alberga el Conservatorio de Música del Estado de Puebla endulzan el oído de los transeúntes y en su interior los virtuosos hacen vibrar las tres salas de concierto y los 30 salones

Guadalupe Bravo

Puebla, Pue.- Alicia camina por el Paseo Bravo para llegar a la Unidad Médica Familiar número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social; lleva de la mano a su pequeña hija, ambas tienen una consulta programada en la clínica de salud.

En su recorrido se encuentra a varios jóvenes jugando alrededor de las fuentes, ya perdió la cuenta de las veces que los presidentes municipales han rehabilitado esta zona de la ciudad, casi siempre con el mismo resultado.

Ver a los jóvenes sentados en las bancas disfrutando de un helado, unas papas o una buena charla, la hacen recordar cuando ella cursaba la carrera de Medicina y para llegar a la universidad tenía que caminar por el Paseo Bravo, era parte de su trayecto diario.

Y aunque algunos locales e inmuebles han cambiado, existe uno que sigue de pie desde que transita por la vialidad, donde se dan clases y se forman talentos: el Conservatorio de Música del Estado de Puebla, un edificio de estilo colonial ubicado en la esquina de la 7 Poniente y la calle 13 Sur.

No siempre fue así. Antes de situarse al inicio de la Avenida Juárez, profesores y estudiantes acudían al Antiguo Arzobispado, a un costado de la Catedral de Puebla. Tiempo después, emigraron al Hospicio y posteriormente al Teatro Principal. Su última morada antes de poseer un lugar fijo, fue el tercer piso de la casa 139 de la calle 5 Poniente.

La cuna de artistas fue fundada por el poblano Carlos Samaniego y Martiarena en 1917, pero no con el objetivo de formar profesionales en la música, simplemente fungía como un centro de adiestramiento, para que hombres y mujeres trabajaran en las escuelas e iglesias.

Cuando los artistas se instalaron en su nuevo hogar, antigua propiedad del cirujano Miguel Salas, los sonidos del piano, la guitarra y los instrumentos que albergaba la institución, endulzaron el oído de los transeúntes, profesorado y alumnado, hasta que el gobierno de la entidad decidió crear un plan de estudios que fue aprobado el 10 de enero de 1941, lo que la convirtió en la Escuela Profesional de Música, bajo el nombre de Conservatorio de Música y Declamación del Estado.

Ahora, la joven madre le muestra a su hija la fachada del inmueble, le cuenta que por 27 años el maestro Andrés Bernal Martínez fungió como director del Conservatorio de Música del Estado de Puebla.

Alicia conoce un poco sobre la historia de la escuela de música porque antes de dedicarse a entender el cuerpo humano, se dejó seducir por las notas que emanaba la guitarra. Su deseo, ahora deslucido, era aprender a palpar el instrumento hasta construir una canción.

La pequeña mira con asombro el imponente edificio que reúne a artistas con una sensibilidad capaz de hacer vibrar las tres salas de concierto y los 30 salones que lo componen.

De este magnífico lugar emanó, por ejemplo, la saxofonista oaxaqueña Elena Ríos, quien ha colaborado con la “Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio” y que, lamentablemente, fue víctima de un ataque con ácido.

Como su historia en la música, se han escrito muchas, algunas son satisfactorias y otras atribuladas, pero de lo que no cabe duda es que sigue siendo un semillero de talentos que hasta el 2022 tuvo 219 matrículas, según la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). De estos artistas, 64 se inscribieron en Licenciatura en música pianista, 33 en Licenciatura en música guitarrista y 30 en licenciatura en música violinista.

Y gracias al maestro Cuauhtémoc Mario Cruz Abud, el Conservatorio de Música del Estado de Puebla, se ha expandido hasta San Francisco Mixtla, San Felipe Otlaltepec y Huauchinango, acercando la educación musical a los jóvenes talentos.

Ante el  recorrido en el inmueble y las clases de historia que le da Alicia a su hija, la pequeña se pregunta si tendrá el talento para hacer música. A su corta edad no se da cuenta de que podría ser ella la que cumpla el sueño que su mamá siempre anheló.

 

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