Lattice: rincón de placeres de otra dimensión

*Una cafetería-librería inspirada en las teorías y estudios del científico Jacobo Grinberg, un lugar con toques medievales de la Ciudad de Puebla, con libros de ocultismo y género en las estanterías

Jaime López

Puebla, Pue.- Una canción de Michael Bublé ameniza su zona al aire libre, donde la naturaleza se fusiona con los olores y sabores emanados de la cocina, como si se tratara de un brebaje especial preparado para hechizar a las personas ávidas de nuevas experiencias.

El espacio tiene aproximadamente tres años de haber abierto sus puertas y se ha posicionado -de boca en boca y con la magia de las redes sociales- como uno de los lugares indispensables de visitar en la capital por su diseño y concepto.

Lattice es su nombre, una cafetería-librería inspirada en las teorías y estudios del científico Jacobo Grinberg, que invita a las y los usuarios a sentirse en otra dimensión.

Arribar al lugar implica recorrer un sendero misterioso localizado en el terreno donde se asienta el Hotel MM, como si fuera una realidad oculta dentro de otra línea de tiempo. Es el morbo y la emoción las que hacen que los pies de los visitantes no se detengan.

Y es que no es lo mismo observar las fotografías publicadas en su cuenta de Instagram, que ver a Lattice en vivo y a todos colores. Los sentidos exigen a los seres de espíritu aventurero pasar de la hipótesis a la comprobación. Esto último sería entendido a la perfección por Grinberg.

Una vez identificado el sitio, la entrada principal parece el pase a un minúsculo castillo medieval o a otra época. La sensación es momentánea, debido a que la librería tiene otro tipo de escenografía.

Es como si nos adentraramos en el observatorio de un grupo de científicos destinado a contemplar las estrellas y la inmensidad del cosmos. Nuevamente, ha cambiado la percepción del tiempo y del espacio.

Antes de disfrutar de las bebidas o bocadillos que sirven en la cafetería, descubrir el compendio de textos formados de forma milimétrica en los anaqueles de la planta alta, mismos que parecen extraídos de una película de ciencia ficción.

Los administradores le agregan un toque de misticismo al trayecto cuando dotan con una antigua lámpara a las y los visitantes. Es como si se convirtieran en buscadores de tesoros extraordinarios tipo el Santo Grial (la copa que supuestamente Jesucristo utilizó en la última cena que tuvo con sus discípulos).

Sin afán de arruinar la aventura, la librería de Lattice tiene categorías poco comunes, entre ellas, ocultismo y género, lo que la convierte en un verdadero estuche de monerías.

Según cuentan, al caer el sol el área en cuestión es sede de una pequeña noche de estrellas, en las que los usuarios pueden ocupar microscopios para divertirse y aprender.

En cuanto a la cafetería, que parece un vivero orgánico, no se permite el consumo del tabaco, detalle que los pulmones de varios poblaedgnos agradecen infinitamente.

En tanto, el menú se destaca por algunas de sus infusiones sui géneris. Vale la pena hacer mención de una  bebida que combina café y chile, apta para los paladares intensos o que buscan sabores excéntricos.

En su momento, Grinberg tuvo como meta principal de vida investigar las posibilidades de expandir la conciencia para llevar la mente a otras realidades. Parece ser que, con Lattice, las y los poblanos han logrado cumplir el sueño grinberiano.

Compartir: