*Se enamoró del futbol gracias a la influencia de su hermano y si bien comenzó su andar con el sueño de ser una goleadora, pronto se dio cuenta que sus mejores cualidades eran evitarlos
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- Sandra Muñoz fue como espectadora de los partidos de su hermano y su primo. Junto a la influencia de uno de sus tíos, decidió patear la pelota con el anhelo de ser la estrella frente haciendo los goles. La vida la mandó a la portería y ahora es una poblana campeona del mundo.
Lleva varios años intentando enrolarse en la Liga MX; fue en el futbol calle en donde pudo tocar el cielo con las manos, cuando en el 2019 fue parte de la Selección Mexicana que se coronó campeona del mundo en el Mundial de la modalidad que se celebró en Gales.
“Tenía unos cinco o seis años y empecé con lo típico: delantera, porque quería meter los goles, pero llegó el momento que mi tío y mi primo no se querían poner de porteros y pues ahí iba yo. Desde ahí fue la portería, pero nunca pensé que la iba a ser mi posición, que me iba a gustar y que iba a elegir para esta carrera de futbol”.
Sandra tiene una frase con la que ha logrado vencer los obstáculos más complicados que le ha presentado el deporte, los de fuera de la cancha, pues ante las pocas oportunidades que encuentra, sabe que una puerta que se cierra es otra que se abre.
“Cuando tenía 18 años fui a UPAEP a probarme para buscar una beca deportiva y me dijeron que no, se quedó otra chava de Oaxaca, a mí me dieron las gracias, pero una puerta cerrada no significaba que no podía seguir, así que me fui a la UTP, pasé y vi que había Selección Femenil, entré y ahí comenzó mi historia de campeonatos”.
Tras saber dividir su rutina entre los estudios y el futbol, una vez egresó se puso otro objetivo, el entrar en la entonces naciente Liga MX Femenil, y sabedora de su potencial, pasó por varios equipos tratando de encontrar un cupo.
“Te cuesta el ser estudiante-atleta porque la ingeniería es muy pesada, pero al final de cuentas la saqué, de ahí acabó mi etapa como jugadora de la selección de la Universidad, decidí dar el salto, estaba siendo la creación de la Liga MX Femenil, no quería seguirme quedando acá, tenía el potencial de buscar más y me lancé a varios equipos”.
Fue en 2018 cuando el futbol le empezó a mostrar buena cara: después de volver a intentar entrar al profesionalismo, participó en la fase estatal del torneo de futbol calle ‘De la Calle a la cancha’, y tras coronarse, acudió al Nacional donde fue visoreada para incorporarse al representativo que iba a participar en el Mundial que se celebró en suelo azteca.
“Quedamos en octavos de final, pero los técnicos de la Selección voltearon a verme y ese año iba ser el Mundial en México, y pues país que es sede de un Mundial debe de tener un equipo reserva y ahí me convocaron”.
Sandra se convirtió en mundialista gracias al reglamento del torneo y nacida en Puebla, representó a Escocia, Gales y Grecia, pero un año después, logró la gloria máxima al coronarse campeona del mundo con México en el torneo que se llevó a cabo en Cardiff.
“Quedamos campeonas del mundo contra Perú, fue un 6-0, quizá el marcador dirá que fue fácil pero no, las canchas son pesadas, estar allá es pesadito en cuanto a diferencia de horarios, por eso me sentí muy feliz, era como la cerecita del pastel”.
Después de la gloria, Sandra se trazó nuevos objetivos tanto dentro como fuera de la cancha. Como portera, siguió destacando, pero ahora en una nueva modalidad con el futbol siete destacada incluso a nivel internacional.
Mientras que a nivel intelectual comenzó a estudiar Fisioterapia en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, no quita el dedo del renglón e intentará una vez más entrar a la Liga MX e incluso tratar de llegar al futbol europeo.