*En la 2 Norte 406 se puede adquirir un pedacito del segundo volcán más grande del país, partículas comprimidas que causan gran emoción entre los turistas nacionales e internacionales
Jaime López
Puebla, Pue.- Llevar un pedacito de Don Goyo en los bolsillos. Fragmentos de partículas volcánicas que jamás imaginaron ser enfrascadas para formar parte de la memoria colectiva mexicana.
En el primer cuadro de la ciudad de Puebla, a escasas dos calles y media del Zócalo capitalino, el hotel-cafetería Aroma ofrece a sus visitantes Ceniza del Popocatépetl.
Residuos de un coloso que, por varios días, cubrió la selva de asfalto de la zona metropolitana, así como techos y fachadas de viviendas e inmuebles religiosos localizados en distintos municipios.
Es sencillo el diseño del frasco en el cual se guarda parte de la esencia emanada por Don Goyo, el viejo humeante conocido por todo Puebla.
Los turistas que se hospedan en la 2 Norte 406, dirección del establecimiento, se emocionan al ver el pequeño tarro, porque es algo ajeno a sus dinámicas cotidianas.
Si no tuviera la leyenda “Ceniza del Popocatépetl”, algunos despistados podrían confundir el contenido con una especie de rubor o diamantina, de esas que venden en las papelerías.
Los más entusiastas compran hasta dos frascos por persona, otros solo adquieren uno, cuyo precio equivale a 50 pesos, casi la mitad del salario mínimo autorizado para este año.
A decir de los trabajadores del hotel, los turistas nacionales son los que más se llenan de júbilo por ver los residuos comprimidos de Don Goyo.
También hay visitantes extranjeros, como franceses y españoles, que sienten un morbo particular por saber que contarán con un recuerdo poco común de Puebla.
A quienes tienen la pulsión de abrir el frasco y oler las cenizas, se les advierte de manera amable que no lo hagan, pues es dañino para las vías respiratorias y la piel.
Del mismo modo se les recuerda que las reliquias del Popo únicamente son benéficas para la naturaleza, subrayando que los vestigios del cráter puede causar afectaciones en los animales. Aconsejados están.
La vitrina en la que se resguardan los frascos del coloso tiene otras curiosidades, por ejemplo, mezcal producido en el estado. Una edición especial por el Día del Padre, la cual puede ir acompañada de una pulsera de piedra fina si así lo quieren los clientes.
Bolsas de café arábigo cultivado en el municipio de Xicotepec, que viene en dos tipos de granos: moka y mediano, teniendo el primero de ellos un sabor mucho más intenso.
El coloso y sus expresiones geosísmicas hechas souvenir, producto de la idea de un emprendedor local que quiso perpetuar al segundo volcán más grande del país, el cual para nada se guarda sus emociones, pues hasta las humea.