*Se trata del primer mexicano en el Top100 del ranking mundial en tenis de mesa; hace casi 10 años vive en París, donde es jugador profesional y desde ‘La Ciudad Luz’ sueña con representar a México en los Juegos Olímpicos
Katy López Cedillo
Marcos camina sobre el añejo adoquín que enmarca el Río Sena, durante un templado verano preolímpico en París, Francia. Hace nueve años salió de su natal Puebla a cumplir sueños que para muchas generaciones parecían inalcanzables y aún sin entrenador, ni psicólogo o equipo multidisciplinario, da batalla a las potencias mundiales del tenis de mesa, hasta erigirse como el mejor mexicano que este deporte haya visto en su historia y en 2023 está en el Top100 de las raquetas mundiales.
“Uno de mis sueños desde muy joven era ser jugador en Europa. Tener una carrera aquí y poder subir mi nivel, porque veía jugadores que estaban en Ligas Profesionales y destacaban mucho. Llegué a Francia a mis 23 años a jugar 4ª división y alcancé a jugar hasta la 1ª División, ese era un objetivo y otro era jugar en unos Juegos Olímpicos. Todo se ha logrado y esto era parte del proceso”, compartió Madrid, desde ‘La Ciudad Luz’.
No se trató solamente de dejar atrás casa, familia, amigos… ¡hasta idioma! Fue además crear un camino inexistente para el desarrollo de un jugador latinoamericano en Francia, entre adversidades, prejuicios y a veces hostilidad.
“Ha sido un proceso difícil porque es una carrera solitaria. Siempre he estado solo sin entrenador y tal vez por eso ha sido un poquito más lenta la mejoría. Sería muy bueno tener a alguien que te apoye, pero lastimosamente no cuento con nada de eso; incluso tramitar papeles, tramitar una visa de trabajo; esa parte que hacía de joven fue muy pesada. Se cierran algunas puertas por ser latinoamericano y económicamente es más difícil mantenerme aquí”, confesó Madrid Mantilla, quien hoy juega en la 2ª división de la Liga Francesa y espera regresar a la máxima categoría.
Un Mundial de mejoría
Tras migrar a Europa en busca de incrementar su calidad competitiva, Marcos logró el sueño olímpico y debutó en los Juegos de Río 2016; además, es el mexicano con más participaciones en Campeonatos Mundiales, con 18, el más reciente fue en Durban, Sudáfrica, en mayo pasado.
“En 2005 fue mi primer mundial en Shanghai y a partir de allí jugué todos los Mundiales, excepto el del año pasado en China y obviamente el periodo de Covid-19 que no hubo mundiales. Antes del último Mundial me sentí un poco presionado porque no tenía visa; estuve más preocupado por la visa que otra cosa, pero al final jugué y estoy contento con los resultados”, aseguró.
En Durban 2023, se clasificó a la ronda de los mejores 64 en singles, al superar 4-1 al canadiense, medallista continental, Jeremy Hazin. También llegó a la ronda de 32 en dobles mixtos, al lado de Yadira Silva, pues le ganaron 3-1 a la pareja portuguesa Joao Geraldo y Jieni Shao. Prometedores resultados que otorgan puntos en el ranking mundial, mismo que repartirá plazas olímpicas a los Juegos que se realizarán en la ciudad que se ha vuelto su hogar por casi una década: Paris.
“Ese es uno de mis objetivos ahora: jugar en los Olímpicos de Paris 2024 y seguir adelante, creciendo en el deporte.
“Se siente bien que un evento tan grande sea aquí…y algo de nervios porque sin duda a mucha gente le gustaría participar en estos Juegos. Estoy emocionado: vas por la calle y ves anuncios de los Juegos Olímpicos y te hace recordar por qué estás aquí, por qué luchas y haces cada esfuerzo con ese objetivo final. Sí es una inspiración vivir acá y hay que tratar de aprovecharlo siempre”, compartió el jugador de 36 años de edad.
Dos pasos antes de Paris 2024
Pero antes de materializar unos olímpicos ‘en casa’, Marcos tiene dos eventos fundamentales previos, que forman parte del ciclo olímpico: los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador y los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, ambos en este 2023.
En marzo pasado, Marcos compartió en redes sociales que, por un presunto error administrativo, la Federación Mexicana de Tenis de Mesa no inscribió al equipo a los Juegos de San Salvador; ante la negligencia, el Comité Olímpico Mexicano logró interceder para que se le dieran al país dos plazas varoniles, una de ellas para Madrid Mantilla.
“En este ciclo olímpico quiero ver periodos cortos. Disfrutar más mi deporte porque tuve una época de sufrimiento: no disfrutaba la competencia, era muy perfeccionista, bajo una exigencia muy negativa. Eso lo hacía pesado y ahora intento fluir con mi deporte, con la pasión que es para mi el tenis de mesa, disfrutándolo día a día. Hoy me gusta mucho entrenar y lo hago con mucha intensidad y entrega, como me entrego en cada partido”, compartió Marcos.
La Torre Eiffel, Notre Damme, El Arco del Triunfo son destinos soñados para muchos; pero Marcos disfruta de Paris como un hogar que entre su dureza le ha visto lograr sus sueños.
“Me gusta la diversidad de gente en Paris. Lo profesional que son con el deporte; me gusta que puedo ejercer mi deporte como un trabajo, porque eso es para mi. Eso es algo único que no podría hacer en México; además, la transformación de Paris, que se está volviendo una ciudad que lleva la cultura deportiva a más lados; están haciendo que la ciudad se pueda recorrer más en bici y a pie y creo que estos Olímpicos están cambiando para bien a la ciudad”, analizó Marcos, que entre la urbe francesa añora los aromas, sabores y momentos de su natal Puebla.
“Extraño a mi familia, el buen clima -porque aquí en Francia cada vez está peor-, la comida, los amigos, a mis primos y ese ambiente familiar tan único de la cultura mexicana de estar juntos y pasar buenos momentos, es algo único que aprecio bastante. Esas son las cosas que más extraño”, admite el tenismesista, que hoy traza un nuevo sueño en un lejano hogar, siguiendo el ritmo de una pequeña pelota que puede alcanzar los 160 kilómetros por hora.