El enraizado ahuehuete poblano

*El ejemplar luce orgulloso y frondoso en una de las avenidas más importantes de la capital poblana; fue sembrado en 1940 y hoy es vecino de la Escuela de Danza Folklórica y Contemporánea  y de la ex penitenciaria

Guadalupe Bravo

Puebla, Pue.- Puebla tiene su propio ahuehuete centenario. Majestuoso, frondoso y lleno de vida, justo en la Avenida Reforma y 13 norte, en el Paseo Bravo de la capital poblana.

Enraizado en la esquina de la calle, da sombra a algunos estudiantes que se toman una pausa para comer, platicar y descansar.

Pero para la mayoría de la gente pasa desapercibido, sólo como un árbol más que le da vida a la ciudad.

Pocos saben que este ejemplar data de 1940 y que además, es vecino de la Escuela de Danza Folklórica y Contemporánea de la Secretaría de Cultura. Así como de la Ex Penitenciaria, inaugurada por el presidente Porfirio Díaz.

Es uno de los pocos árboles patrimoniales que sobreviven en Puebla, pues se han sustituido debido a plagas o falta de cuidado.

A lo largo de su historia ha sido testigo de la evolución de los poblanos, del ir y venir de los oficinistas que salen dos horas a comer en cada jornada laboral y del camino apresurado de padres y estudiantes que se apresuran a llegar a las escuelas o los hogares.

Y a pesar de su imponencia, es opacado por las unidades de transporte público que circulan a su alrededor y que en muchas ocasiones destrozan sus ramas y vuelvan sus hojas para continuar su viaje.

A diferencia del ejemplar que enfermó en Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, el ahuehuete resiste las inclemencias del tiempo, la contaminación y, a veces, la indiferencia.

Y aunque la rutina es ajetreada, el ahuehuete de la ciudad de Puebla es capaz de brindar serenidad a todo aquel que desee alzar la mirada y dejarse cautivar por la danza de sus hojas al viento.

 

 

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