*Ingresar a la plaza Cosme del Razo de San Pedro Cholula es llevarse un golpe de olores, colores e imágenes de lo más profundo de una ciudad
Guadalupe Juárez
San Pedro Cholula, Pue.- Entrar al mercado Cosme del Razo es ir a las entrañas de lo más profundo de una ciudad viva: el golpe de aromas frutales que emanan de los montones de mangos, de los melones acomodados uno sobre otro, de los plátanos machos madurando y las pencas de los plátanos tabasco todavía verdes.
Lo es cuando ves los magueyes y papayas, las zanahorias perfectamente acomodadas en un costal y los pepinos sobre un huacal de madera y cada producto tiene una cartulina fluorescente, ya sea amarilla o naranja, sobre la que se remarca con plumón negro las ofertas ofrecidas por los comerciantes.
Entrar es ver montones de flores envueltos en papel celofán y a marchantas en el suelo con bolsas de nopales recién cortados, rábanos frescos y montones de espinacas.
Los pasillos están libres de cualquier desorden, cada puesto está perfectamente delimitado y es casi imposible chocar con otra persona que viene hacia ti en sentido contrario con todo y sus bolsas llenas del mandado.
La mayoría de las vendedoras son mujeres, cruzadas de brazos, a veces con una cangurera encima, esperan a sus clientes y animan a los curiosos que observan lo que ofertan.
Hay camisas con cuadros de manga larga y corbata incluida, envueltas y sujetas por un cartón, hay pantalones de mezclillas doblados uno sobre otro, hay suéteres colgados de un gancho, playeras tipo polo de colores brillantes como rojo o verde limón.
Al fondo, un puesto con destapacaños, fibras, cerrillos, esponjas, sarricida, ralladores de queso de metal y cualquier artículo de limpieza que se cruce por la cabeza.
También se venden cemitas preparadas, el pan es exhibido en un montón y el pápalo es mostrado como si fuera un ramo de flores en un florero.
Hasta el fondo las tiras de longaniza se sostienen de unos ganchos sobre la cabeza del carnicero, sobre los refrigeradores están los montones de carne listas para ser cercenadas y sacar de ella bisteces o retazos.
Al lado de la carne de puerco y de res, están los trozos enormes de chicharrín, listos para ser despachados.
Un pasillo lleno de mochilas, a un costado de un negocio de zapatos, tenis, huaraches y sandalias, otro en donde exhiben cinturones, cerca de donde penden las pelotas de plástico del techo junto a las piñatas con colores chillantes.
El mercado Cosme del Razo, ubicado en el barrio de San Juan Calvario, a unos pasos del zócalo de San Pedro Cholula, es luminoso. No hay oscuridad. Por fuera en sus paredes resalta el verde y en una pared han quedado el rastro de la pandemia por COVID-19, en un gran mural de una persona que se coloca el cubrebocas.
Es el lugar visitado por lugareños, comerciantes de la región y extraños que han entrado en él sólo para observar sus colores y aromas.