*La poblana es una deportista nata; nadadora, ciclista, duatleta y triatleta, y ahora maratonista
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- Alejandra Rodríguez Machorro tenía predestinado el deporte, sus padres le inculcaron que la práctica de alguna disciplina sería parte de su vida. A los diez meses de nacida tuvo su primera experiencia con la natación, aunque la tuvo que dejar por una situación médica.
Es una deportista nata, la disciplina en la que se involucre destaca y si como deportista es brillante, a nivel profesional lo es. Ahora se desempeña como psicóloga deportiva labor con la que ayuda a atletas y personas que quieren hacer deporte de forma recreativa a alcanzar sus metas
“Cuando tenía once años me puse a buscar un entrenador y en el parque ecológico comencé a entrenar con César Simoni. Comencé a participar en lo que era las Olimpiadas Nacionales siempre participando en pruebas de 800 y 1,500 metros”.
Al convertirse en un atleta de alto rendimiento, comenzó a competir a nivel nacional con resultados que la llevaron a clasificar al Mundial Juvenil que se desarrolló en Marruecos en el 2005.
Su regreso a México tuvo que afrontar una prueba que le puso la vida ya que no pudo hacer el proceso para ingresar a la preparatoria y se puso a trabajar en un Oxxo.
” Me fue bien, pero por estar concentrada en este evento no hice el proceso para ingresar a la preparatoria, entonces cuando regresé pues me tuve que poner a trabajar en un Oxxo, ahí me encontró un profesor del Tec de Monterrey y se sorprendió que yo como seleccionada nacional estuviera trabajando en una tienda de conveniencia y afortunadamente me ayudó a estar becada en el Tecnológico de Monterrey”.
Una lesión le impidió seguir entrenando y tener pruebas de velocidad, decidió poner una pausa en el atletismo y aprovechando su habilidad como nadadora, además de su gusto por el ciclismo, comenzó a practicar duatlón y triatlón teniendo también buenos resultados al punto de clasificar a un Mundial de Duatlón que se llevó a cabo en Australia, país donde decidió residir por algunos meses.
“Como no podía entrenar con normalidad y también como comencé a estudio lo universidad, cambié un poco de deporte y regresé a nadar. También comencé a hacer bicicleta y un entrenador me invitó a practicar triatlón y duatlón y la verdad es que me fue muy bien. Cuando regresé a México decidí iniciar la maestría en psicología deportiva también impulsada por todo lo que aprendí en mi estancia en Australia”.
La vida de Alejandra siguió dando giros inesperados: enfocada de lleno en su desarrollo académico, se fue a Alemania para tener una estancia, se embarazó y regresó al país para el nacimiento de su hija, algo que la impulsó a retomar su actividad en las pistas como corredora.
“Me regresé a Puebla y comencé a entrenar Duatlón aunque al principio me costó muchísimo trabajo la adaptación, pero después poco a poco fui evolucionando por eso también gracias a que encontré un equilibrio en mi vida con mi hija, con mi familia, con mi pareja y también laboralmente”.
Después de mucho tiempo de preparación, en diciembre participó en el Maratón de Monterrey y el afrontar los 42.195 kilómetros lo tomó como una prueba que además de muchas exigencias físicas también le demandó psicológicamente algo que tuvo que saber controlar aprovechando su perfil profesional.
Una clara muestra de una mujer fuerte que no descuida ninguna de sus facetas, pues a nivel profesional quiere seguir ayudando a más atletas como psicóloga deportiva, mientras que como corredora está ilusionada con seguir obteniendo buenos resultados y si bien no quiere presionarse, tiene latente el sueño de poder asistir a un Juegos Olímpicos.
“Muchas veces me preguntan que cómo le hago, si soy mamá, atleta, psicóloga y también estudio, pero simplemente es amar lo que haces, en este caso amo el maratón y por eso me puedo organizar y encuentro la manera de cumplir en todas mis facetas”.