Una hoja amarillenta: fundación de Puebla

*La exposición virtual: “Puebla virreinal: 21 joyas documentales”, que se presenta en el Museo Amparo lleva a nuestro pasado como ciudad y nos muestra un papel contienen los nombres de los primeros habitantes de la ciudad virreinal

Guadalupe Juárez

Puebla, Pue.- La letra cursiva, delgada, escrita con tinta sobre una hoja amarillenta color ganado por el paso de los años, es una de las tantas pruebas de la fundación de Puebla. Los nombres escritos, la vuelven una joya.

Pocos habían visto la página, la cual de vez en cuando es exhibida para dar a conocer la lista de las primeras personas que habitaron la ciudad de los Ángeles, pero que ahora con un sólo clic es posible observar uno a uno los nombres de quienes vivieron la capital poblana antes de que se  construyera una ciudad virreinal.

Francisco de Orduña, Alonso Martín Camacho, Alonso Martín Partidor, Juan de Yepes, Martín Alonso de Mafra, Francisco del Portillo, Pedro Gallardo, Cristóbal Martínez, Francisco Martín, Juan Bueno, Juan Gómez de Peña Parda, Diego López, Alonso Grande y Jorge Báez, Pedro Pineda, posibles agricultores, fueron los primeros vecinos de la ciudad que se fundó entre los ríos San Francisco y Xonaca.

El Museo Amparo online tiene en su página web, en su exposición virtual: “Puebla virreinal: 21 joyas documentales”, las piezas de lo que hace a esta ciudad tan especial.

1530, otra hoja amarillenta, que aún conserva los colores de un escudo de armas. Se trata del de Gonzalo Díaz de Vargas, considerado un conquistador de México y regidor durante 20 años en la Puebla de los Ángeles.

Su escudo tiene un yelmo, es decir, la parte de la armadura de acero, en la que encima descansa un águila dorada. El documento es una joya en sí mismo, que pocas veces es mostrado.

1698, un plano de una ciudad orientada al este- oeste, cuya plaza principal se centra en La Catedral, el ayuntamiento, desde la que nace una red cuadriculada que distingue a la ciudad. El documento fue elaborado por Cristóbal de Guadalajara, un sacerdote que vivió en Puebla a finales del siglo XVII.

“Un pueblo que se dice la Puebla de los Ángeles, entre Cholula y Tlaxcala ” es la frase con la que Isabel de Portugal reina consorte de Castilla hace referencia en la cédula real entregada a la ciudad de Puebla con la que la reconoce como tal y exime a sus habitantes de pagar impuestos por 30 años.

Otra hoja amarillenta, conservada aún después del paso de los años, contiene con letra cursiva, casi indescifrable, las principales motivaciones para fundar la ciudad. Era 1533, y en esta joya se habla de la preocupación de los franciscanos de separar a los castellanos de la población indígena, de los beneficios del río Atoyac y San Francisco, así como su conexión con Veracruz y Ciudad de México, y lo fácil que sería la movilidad de mercancías, además de los extensos campos para la agricultura.

 

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