*En las entrañas el Museo Nacional de los Ferrocarriles de la ciudad de Puebla, 37 películas que son un enigma y un túnel del tiempo con piezas únicas de la industria ferrovial
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- En el Museo Nacional de los Ferrocarriles no sólo hay vagones del tren para treparse y recorrerlos. Hay una parte de la historia que no ha podido ser descubierta: una “bóveda” que resguarda un secreto.
“La bóveda” como le llaman a la fototeca, resguarda el secreto mejor conservado del lugar: 37 películas que las actuales generaciones no han logrado ver..
Entre las 89 mil fotografías y 10 mil placas de negativos, las películas son conservadas hasta que puedan conseguir el equipo para observar de qué se tratan. No hay pista, están sin un título, no hay fechas de cuándo pudieron ser filmadas, ni siquiera alguna marca con un indicio de lo que se puede encontrar en ellas.
La sala especial en la que se guarda este secreto es climatizada todos los días, cada hora. El lugar está a cargo de la historiadora Covadonga Vélez con conocimientos sobre fotografía, procesos fotográficos y conservación fotográfica.
Es un espacio en el que no pueden entrar los visitantes al museo, la presencia de personas podría hacer que cambie la temperatura del lugar y los objetos que resguardan resultarían afectados, advierten los investigadores.
Apenas es posible observar la puerta metálica negra con un cristal en el que es posible ver algunas cajas de cintas con etiquetas, documentos protegidos en cajas de plástico apiladas una sobre otra en un estante de metal color hueso.
Lo que sí se sabe de la bóveda es que la fotografía más antigua es de 1896. También que hay una fotografía blanco y negro de un tren de pasajeros de Ferrocarril México, Cuernavaca y Pacífico. La imagen es del tren en movimiento echando humo entre árboles altos y frondosos.
Otra imagen de unos hombres cambiando las trabes en un puente por el que solía pasar el tren o la de unos hombres ferrocarrileros en los talleres posando para la cámara, con su ropa de trabajo, con la mano en la cintura, con un saludo en el aire.
En el museo, también otro lugar al que ningún visitante le permiten entrar, un tesoro para los trabajadores del lugar: el almacén de colecciones del museo o como ellos lo llaman el “túnel del tiempo”.
En este sitio hay tantos accesorios y objetos que los siguen contando, etiquetados y clasificados van 10 mil 733 hasta inicios de 2023. Hay herramientas y enseres que datan de 1881, hay piezas únicas, como aquellas que llevaban grabadas las iniciales de los trabajadores.
En el túnel del tiempo hay telégrafos, catálogos, campanas, juguetes, lámparas, objetos que han recolectado en las estaciones de todo el país que han cerrado.