Puebla de Zaragoza a 492 años de su fundación

Editorial

De acuerdo al carbono 14 los primeros asentamientos humanos datan de hace 20, 000 a.C. En el valle de Tehuacán se han encontrado los primeros vestigios de la agricultura de maíz y de piezas de cerámica. Quien haya visitado la zona arqueológica de Cantona podrá sentir bajo sus pies las raíces más profundas y poderosas del pasado primigenio de la zona.

Durante la conquista, Puebla fue clave para la llegada de los españoles al valle de México. La otrora Puebla de Los Ángeles fue llamada así porque cuenta la leyenda que unos ángeles le señalaron el sitio para fundarla al Obispo Julián Garcés el 16 de abril de 1531.

Apenas hace falta decir que su espléndida ubicación, su clima, su valle, su agricultura, jugó un papel notable en el tránsito entre el golfo y la ciudad de México. Ya para el siglo XVIII, la calidad del trigo hizo que fuera una zona de molinos, eso a su vez promovió la gran calidad del ganado y de la industria textil.

El papel de Puebla durante la Independencia fue decisivo y ya no se diga durante la Revolución. Sin embargo, la gran característica de Puebla es su cultura, en el sentido más amplio del término. En Puebla no se reconoce la división entre alta cultura y cultura popular: toda la cultura se funde, es una y única. La talavera convive con la arquitectura, las artesanías con la danza, la literatura con la pintura y la gastronomía con la música barroca. Sólo hablar de su gastronomía es adentrarse a uno de los universos más ricos de todo el mundo. Sólo detenerse en su arquitectura ha dado para decenas o cientos de tomos sobre el tema.

Puebla produce un estado de ánimo incomparable. Lo que uno ve, come, escucha, percibe estando en la ciudad de Puebla no tiene comparación con cualquier otro lado; ni dentro ni fuera de la República Mexicana.

Lo religioso y lo laico conviven en Puebla de manera natural. Su patrimonio arqueológico se funde con una de las economías más potentes del país. El mestizaje ha sido tal que la ciudad de Puebla representa, como ninguna, nuestro pasado primigenio, nuestra historia cultural, y nuestro avance económico.

Si cada zona, si cada sitio sustenta en sus nativos y pobladores un sello particular, en el caso de quienes somos y vivimos en Puebla, y para ella, consideramos que si su Centro Histórico es Patrimonio de la Humanidad a nosotros nos toca velar por nuestra ciudad que, bien vista, es un palacio en todos los sentidos. Puebla es el palacio de la cultura, del arte, de la gastronomía, del pensamiento, de los libros, del mexicano que por supuesto somos, pero somos ante todo Poblanos. Tenemos los primeros 492 años de serlo, casi medio milenio de que somos Puebla. Puebla de Zaragoza.

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