*Sus primeros pitcheos fueron en el campo de ‘El hoyo’ de la Liga Zaragoza y ahora sueña con algún día subirse a la loma del Yankee Stadium
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- La vida es para los que se atreven y Carlos Hampshire siempre se ha atrevido. Con 16 años no titubeó en las pruebas para unirse a Pericos de Puebla y ahora con 18, toma la aventura más grande de su vida: firmar con los Yankees de Nueva York.
Su cara todavía es de un niño, pero sus palabras y sobre todo su seguridad para tomar decisiones la envidiaría cualquier adulto. A los cinco años conoció el béisbol y desde entonces nunca volvió a soltar la pelota, pero ese amor al rey de los deportes le ha permitido lograr el sueño de todo pelotero, llegar a una organización de Grande Ligas.
“Realmente (me gusta el béisbol) porque mi papá siempre ha jugado y desde chico me llevaba a sus partidos, después mi hermano comenzó a entrenar y ya también me involucraron a mí cuando tenía cinco años, le empecé a tomar cariño, desde ir a los entrenamientos, ver los juegos. Lo que siempre quise fue jugar con mi papá, pero evidentemente por la edad no pudo coincidir el tiempo. Desde que tengo memoria mi papá siempre jugó beisbol, él fue buen beisbolista, jugaba de center fielder, de chico tuvo la oportunidad de firmar con un equipo profesional, lamentablemente no se dio como lo esperaba”.
Aunque en un principio fue jugador de cuadro, principalmente como parador en corto, rápidamente se dio cuenta que la potencia de su brazo le permitiría subir a la lomita y fue en el campo de ‘El Hoyo’, en la capital poblana, donde comenzó a hacer sus pininos en la histórica Liga Zaragoza.
“Cuando entré a la Liga Zaragoza lo empecé tomar más en serio porque tenía mayor competitividad porque todos nos queremos ir ganando nuestra posición, y eso me hizo ir mejorando. Antes de la pandemia cuando tenía 14 años surgió la oportunidad de irme a probar a Oaxaca, fue el primer equipo en el que me probé. Hasta cierto punto iba verde, pero les gustó mi forma de tirar, entonces iba a firmar con la organización de Alfredo Harp Helú, pero se atravesó la pandemia, ya no se cerró nada y nos dijeron que iba a ser un año perdido”.
No se rindió, siguió entrenando hasta que en el 2021 le llegó otra invitación para hacer una prueba con un equipo de la Liga Mexicana de Beisbol. Él nunca se imaginó que iba a ser con el equipo de su ciudad y en el parque Hermanos Serdán a donde tantas veces fue como aficionado.
“Todos fueron muy amables conmigo, se dieron cuenta que estaba nervioso y trataban de calmarme porque si te tensas, bajas tu velocidad que es lo que les interesa, y al final creo que todo salió bien, lo más alto que tiré fueron 85 millas por hora, y en promedio estuve en las 83, también les agradó mi complexión y el movimiento del brazo. Lo que mejor manejo es el slider, de hecho cuando lo tiré en la prueba los coaches se emocionaron al verlo, fue lo que mejor me salió ese día porque estaba muy nervioso. En la recta sé manejar la de cuatro costuras y la de dos, pero en la prueba me pidieron la de cuatro”.
Ya firmado con Pericos de Puebla, estuvo desarrollándose en la Academia ubicada en Atlixco y fue parte del roster del equipo que fue campeón en la Liga Invernal Mexicana en diciembre, aunque pudo hacer pocas apariciones porque su proyección ya no estaba para la pelota nacional, sino para el mejor béisbol del mundo, pues el scout de Yankees, Lee Sigman lo visoreó y rápidamente logró su firma con los bombarderos del Bronx.
“Yankees vino a vernos a una visoria, lo primero que me dijo (Sigman) es que tenía talento. Me vieron varios equipos pero me decanté por los Yankees. Ahora voy a República Dominicana y quiero hacer todo el proceso desde clase A hasta Triple A y el sueño de Grandes Ligas que seguramente lo voy a lograr”.
En la historia del beisbol poblano han sido pocos los peloteros nativos que han dado el salto a la Gran Carpa, aunque uno hizo época como Aurelio López, campeón de Serie Mundial con Tigres de Detroit. Mientras que más recientemente César Vargas lo intentó con los Padres de San Diego y ahora Jaime Meléndez pertenece a Astros de Houston y Santiago Gómez y Diego Hernández a los Yankees. Por ende, Hampshire quiere dejar huella y engrosar la lista de jugadores nacidos en la entidad que probaron el mejor beisbol del mundo.
“Tengo expectativas altas, me gustaría que alguien me viera como ahora yo veo a jugadores como Julio Urías o a otros jugadores de Grandes Ligas. También me gustaría tirar en Liga Mexicana y también en la del Pacífico, sería increíble. Son muy pocos los poblanos que han estado en Grandes Ligas, y es algo que también me gustaría ser de los que más huella dejen no solo aquí en México sino también allá”.