*La concurrida cantina de la Ciudad de Puebla, con sus discos de “Todos los Éxitos de Santana”, Caifanes, Elvis Presley y Los Panchos, conserva la receta de su tradicional sangría
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- Una puerta de madera abierta de par en par sobre la 4 Sur, entre la 7 y 9 Oriente. Al interior suenan de fondo varias canciones rockeras. Y mientras el cantinero prepara un par de sangrías con la receta única y secreta de La Terminal, conversan los grupos de amigos, algunos jóvenes, y otros no tanto.
Le llaman La Terminal, porque hace décadas, una de las rutas del transporte público terminaba su derrotero en este punto. Antes, era una fonda, en la que servían comida corrida a los conductores, después la convirtieron en una cantina, visitada –como en la mayoría de los casos– por hombres, después de trabajar.
Ahora, es común ver a hombres y mujeres convivir desde la tarde hasta la madrugada. Vendedores de tacos árabes suelen entrar a cada rato para ofrecer sus productos, algunos comensales aprovechan su estancia para degustar una orden, mientras terminan a pequeños sorbos su sangría.
Hoy la cantina La Terminal tiene sus paredes de color naranja. Conservan las fotografías de sus mejores clientes, al lado de un recorte de un periódico que cuenta su historia.
Hay cubiertas de discos de “Todos los Éxitos de Santana”, uno de “Carlos Arellano” y otro de Caifanes. Elvis Presley y los Panchos, son otros de los nombres que relucen en los muros de este lugar. Hay globos deseando feliz año, hay uno de una lata de cerveza.
Las paredes además de fotografías de sus propietarios con sus más fieles clientes, tienen un cuadro del Ché Guevara, una foto en blanco y negro de La Catedral y otra del Palacio Municipal.
Aquí, no hay servicio a tu mesa, hay que obtener la atención del cantinero para que te atienda, y entonces, con un poco de suerte, en minutos podrás degustar tu sangría o vampiro, otra bebida tradicional del lugar.
El líquido de la ssangría, producto de la combinación de whisky, coñac, ron, vodka, vino tinto y agua mineral con un hielo, es servido en una copa, y cuando ya no hay, en un vaso de unicel.
Quienes están sentados en las pocas mesas disponibles disfrutan de las sangrías, otros prefieren una cerveza, algunos más se aventuran a tomarse un litro de cócteles más comunes, como piñas coladas.
La Terminal es visitada por poblanos que viven desde siempre aquí, por quienes se van y por nostalgia vuelven y toman una bebida con sus amigos aquí, para quienes no son de aquí, pero quieren conocer la ciudad, para los que llegan de tierras extranjeras y apenas si logran hacer su pedido en una icónica cantina.