*Son 13 pinturas con los trazos de Leonardo Da Vinci exhibidas en el Centro de Cultura de los Saberes, en el primer patio del edificio Carolino de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- Leonardo Da Vinci, el pintor, ingeniero, anatomista, arquitecto, químico, filósofo y escritor del renacimiento está en Puebla. O al menos sus trazos, que se dice, él mismo hizo para que sus alumnos pudieran continuar con el trabajo y terminar las piezas.
Se dice que las 13 pinturas exhibidas en el Centro de Cultura de los Saberes en el primer patio del edificio Carolino, han estado en otros museos del mundo, donde la seguridad es tal, que las ponen en vitrinas.
Aquí no, aquí se pueden observar bajo la luz tenue sin flashes para evitar su daño y deterioro. Se pueden ver tan cerca, tan cerca, que está prohibido tomar fotografías para evitar que hagan réplicas. Es la primera vez que tocan suelo mexicano.
Las salas son estrechas, un cuadro al lado del otro con las descripciones principales de a quién de los alumnos pertenecen, cómo influyó Da Vinci en ellos y en qué lugares han sido mostradas.
Si uno mira a la virgen pintada en un cuadro con Jesús en sus brazos, es notable que la idea fue retomada de los estudios que Da Vinci hizo de la religión. Sus alumnos fueron capaces de leer sus notas, y de ahí, pintar sus propias obras, con detalles que hacían único al renacentista, como esa ligera sonrisa que parece más una mueca o la técnica para pintar que da el efecto de humo, un escenario dramático y tonos oscuros.
Nicola Barbatelli, quien es considerado uno de los expertos en la obra y vida de Da Vinci en el mundo ha explicado que uno de los óleos exhibidos con mayor relevancia es San Juan Bautista, un cuadro del santo señalando hacia arriba, con la característica sonrisa de los cuadros de Da Vinci, como la obra reconocida La Gioconda o la Mona Lisa.
Esta obra ha causado polémica, pues se cree que está basada en otro dibujo de Da Vinci con un San Juan andrógino, al tener senos y un miembro erecto, conocido como el Ángel encarnado.
Pero este muestra a un San Juan Bautista lejos de la imagen de un hombre al lado del río, viejo y delgado como se ha mostrado a lo largo de la historia, pues plasma a un hombre musculoso, de cabello suelto y rizado.
Otra pieza es la de la “Virgen con el Niño” de Bernardino Luini, en donde se plasma la relación cercana entre la virgen y su niño en un entorno doméstico enmarcado por una cortina de terciopelo verde.
O Santa Catalina de Alejandría, una obra de Marco d´ Oggiano, uno de los discípulos de Da Vinci, en donde utiliza el esfumado Leonardesco, una de las técnicas utilizadas por el renacentista que hicieron peculiares sus obras.
El paso del legado de Leonardo Da Vinci en Puebla es temporal, en junio del año 2023, los cuadros serán embalados y llevados a otro sitio en el mundo.