Patricio Castillo, de la sierra al Olimpo

*De origen huasteco y orgulloso pahuatleco, es un maratonista prodigio en México y sueña con convertirse en olímpico para París 2024

Antonio Zamora

Puebla, Pue.- Era vidriero en su natal Pahuatlán, municipio perteneciente a la Sierra Norte de Puebla, hasta que un amigo lo invitó a correr con la promesa de que, si destacaba y lo tomaba en serio, lo llevaría a conocer la Ciudad de México para integrarse a algún equipo.

Ahora, Patricio Castillo es medallista nacional y uno de los mejores maratonistas del país dando la marca para clasificar a Tokio 2020, pero quedándose afuera por falta de cupos.

‘Pato’ es menudito, de estatura pequeña, pero con unas piernas incansables y con sueños que se miden de su cabeza al cielo. Por eso a los 20 años dejó su casa y se lanzó a la jungla, como muchos foráneos llaman a ciudad de México cuando llegan buscando un mejor porvenir.

“Decidí aceptar con la promesa de que si me ponía a entrenar me llevarían a conocer Ciudad de México para que me integrara a algún equipo, entonces con esa motivación me puse a entrenar, comencé casi a los 20 años de edad”.

Así empezó su andar por las pistas y el asfalto para convertirse en un corredor y en específico en un fondista, aunque debido a las pocas condiciones favorables en Pahuatlán para entrenar, rápidamente pensó en que si de verdad quería crecer tendría que dejar su casa y lanzarse a la aventura al reino del atletismo, la Ciudad de México, algo que hizo en 2013.

“Primero solo iba al DF para correr y me regresaba a mi casa, hasta que un día conocí a Rodolfo Gómez, que es el mejor maestro maratonista en el país, y tiene su equipo en México. Me gustó tanto conocer al grupo y entrenar aquí que regresé a Pahuatlán, junté dinero y en octubre del 2013 decidí dejar mi trabajo y probar suerte. Estuve trabajando en McDonald’s y de cartero”.

En el 2015 se convirtió en un maratonista de tiempo completo y sobrevivía con ‘los molitos’ que son las carreras en diferentes municipios a donde van, ganan, y del premio económico, se sustentan. Hasta que en el 2016 llegó su momento de crecer y comenzó a competir en el extranjero.

“En 2016 me invitaron al medio maratón de Costa Rica donde quedé en segundo lugar (…) seguí mejorando mis marcas, me fui por primera vez a Estados Unidos a un medio maratón en San Diego”.

Al siguiente año ganó competencias en Costa Rica y  Estados Unidos, pero ahora al Maratón de Houston; y en 2019 en Nueva York en una carrera en Quincy.  “Eso me permitió volver para el Maratón de Nueva York y terminé como el latino mejor posicionado en el lugar 16”.

Para el 2020, el pahuatleco ya era uno de los mejores fondistas del país y apuntaba para ir a los Juegos Olímpicos de Tokio, que si bien fueron suspendidos por la pandemia, para el 2021, dio la marca para pisar el Olimpo, pero una falta de cupos lo dejó fuera.

“Lo que me importa ahorita son los Juegos Olímpicos, el Campeonato Mundial sí quiero participar, pero si las cosas se me dan, sino el camino es hacia Paris, pensar en estar clasificados ya en 2023 y hacer una súper preparación para dar una buena participación”.

Castillo es un orgulloso pahuateco y huasteco, entendió muy rápido que para trascender tenía que dejar todo lo que conocía para crecer, y a nueve años de haber llegado a la capital del país, sabe que todo su sacrifico ha valido la pena porque quiere trascender como un maratonista poblano que destaque en unos Juegos Olímpicos.

“Estoy orgullosos de ser poblano, de ser pahuateco, nosotros allá en Pahuatlán pertenecemos a la zona de la Huasteca, y eso también me genera orgullo, sobre todo el hecho de que la gente de allá se sienta orgullosa de mí, eso me motiva mucho. Mi mayor motivación es en convertirme en el segundo poblano en participar en unos Juegos Olímpicos, porque el único que lo ha hecho fue José Palalia en 2004”.

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