*En las inmediaciones del Zócalo de Puebla, en las vísperas de Noche de Brujas y Día de Muertos, transforma rostros en catrines y seres de ultratumba con sonrisas maquiavélicas
Jaime López
Puebla, Pue.- Lleva aproximadamente ocho años maquillando caras de personas que, en su mayoría, no conoce: Los rasgos se convierten, momentáneamente, en el lienzo de su oficio.
Es fácil ser su modelo, porque tiene sangre liviana y un aura que genera confianza, empatía, características que no cualquiera posee. La sonrisa de quienes han pasado por sus manos son muestra de ello.
Verónica Salinas trabaja cada año en las inmediaciones del Zócalo de Puebla, en las vísperas de Noche de Brujas y Día de Muertos, para pintar las caras de aquellos que desean ir a una fiesta de disfraces y parecerse a su monstruo o villano favoritos.
También es payasa y el nombre artístico con el que fue bautizada por su esposo es “Pestañita”; además, tiene conocimientos de DJ y otras manifestaciones culturales.
Acerca del oficio de maquillista, relata que no es una actividad que se pueda improvisar, porque requiere preparación, esmero y cuidado. Implica emplear material hipoalergénico que no afecte el cutis de la clientela.
“Nosotros somos payasos, salimos a cursos fuera de la ciudad, como payasos salimos a prepararnos a congresos nacionales y municipales”, expresa.
Tras varios años en el oficio, revela que no se imagina haciendo otra cosa, le tiene un gran amor a su profesión, aunque reconoce que es más difícil pintar las caras de extraños, que la propia.
A la par que va contando sus anécdotas, sus manos van modificando la fisonomía de sus clientes, haciéndolos lucir como catrines, seres de ultratumba con sonrisas maquiavélicas o hasta “guasones” a la poblana.
Con un notable entusiasmo recuerda que le han hecho peticiones bien locas o extrañas, por ejemplo, maquillar a un perro.
“Obviamente, yo traigo todo para maquillar cara, pero debo de cambiar los materiales, porque no puedo ocupar el mismo material con la gente, entonces, imagínate qué iban a decir si lo pintaba”
Como en todo oficio, “Pestañita” también ha padecido algunos momentos de tensión como la ocasión en que una señora no le avisó con antelación que era alérgica al maquillaje y su retina comenzó a lagrimear intensamente.
“El año pasado me pasó con una señora de que tenía un maquillaje, le hice el maquillaje y le empezó a llorar muy feo el ojo, no sabía qué hacer, porque no me dijo que era alérgica”
Afortunadamente, la polifacética artista poblana siempre cuenta con toallitas húmedas y crema para evitar momentos como el mencionado.
Se le puede encontrar en el corazón de la ciudad, cerca de la Catedral, esto principalmente en la última semana de octubre; en otros meses, es una de las payadas tradicionales del Centro Histórico.
En cuanto a las tarifas de sus creaciones, cobra 50 pesos por pintar media cara y 100 por el rostro completo, pero hay que aclarar que esos montos solo son vigentes si la base de maquillaje es de agua, pues la tarifa se eleva si es de crema.