*El Teatro Espacio 1900, administrado por Manuel Reigadas, ha sido anfitrión de modernos dramas infantiles, recorridos de terror e hilarantes historias cabareteras
Jaime López
Puebla, Pue.- En sus entrañas se han forjado varios de los talentos que hoy comandan compañías escénicas de gran prestigio en el país, por lo que se le puede considerar como uno de los semilleros de histriones más importante del estado.
Es el Espacio 1900, complejo teatral que se localiza en las arterias principales de la capital poblana, en la calle 2 Oriente, a unas cuantas cuadras del Zócalo y a unos metros del bulevar 5 de Mayo.
Algunas personas que pasan a su lado, las que no están ensimismadas en el celular o apresuradas para llegar a sus trabajos, advierten su fachada histórica, la cual data del siglo XVI.
El inmueble no ha sido intervenido en fechas recientes y parece que se aferra a la nostalgia. Prueba de ello es la placa colocada en su entrada, que deja ver el paso de los años y que conserva la antigua marcación telefónica de siete dígitos.
En el interior es donde el sentimiento de añoranza es más epidérmico. Los amantes del vintage amarán el vitral que da la bienvenida a los espectadores y que, durante la época de mayor apogeo del lugar, es donde se instalaba una taquilla improvisada para cobrar el acceso a los montajes.
También destacan las viejas vigas de madera que sostienen la puerta de ingreso, las cuales, si pudieran hablar, contarían varias historias de las miles de personalidades, nacionales e internacionales, que han pasado por ahí.
Fundado como teatro en 1972, el Espacio 1900 conserva los cuatro foros en los que decenas de artistas han dejado su pasión, sudor y lágrimas: Arlequín, Interiores, Renacimiento y Escenario. Entre todos suman alrededor de 300 butacas.
Cuenta la leyenda que la primera obra exhibida al público fue ‘El Retrato del Flautista”, de Jordy Teixidor, que tiene que ver con aquella fábula clásica del flautista de Hamelín, quien ayuda a vencer una invasión de ratas en una comunidad europea.
Acerca del director del espacio, Manuel Reigadas, muchos integrantes del gremio escénico poblano lo definen como un amante de las obras clásicas, que siente una gran pasión por Don Juan Tenorio, al que ha representado infinidad de veces a lo largo de su trayectoria.
Si bien el gusto del histrión puede clasificarse como conservador, en los hechos, el artista ha dado cabida a la presentación de diferentes expresiones o manifestaciones culturales.
Así, el Espacio 1900 ha sido anfitrión de modernos dramas infantiles, recorridos de terror, monólogos o soliloquios con alto contenido y crítica social, desparpajados musicales e hilarantes historias cabareteras.
Hoy, el lugar lleva apenas unos meses de reactivar sus talleres de actuación y de otro tipo de disciplinas, tras más de dos años de haber cerrado sus puertas a causa de la contingencia sanitaria.
Aunque el retorno está siendo paulatino, la infraestructura del lugar ya se siente recargada de nuevos bríos, a punto de volver escuchar con frecuencia e intensidad esa frase tan característica en el mundo teatral para desear buena suerte: ¡Mucha mierda!