Héctor Gabriel, el ruedo y fútbol

*A los 25 años de edad, el tepeaquense es la nueva cara de la fiesta brava en Puebla porque actualmente es el único torero nacido en el estado que está vigente y eso es gracias a su gran pasión.

Antonio Zamora

Tepeaca, Pue.- El ruedo y el estadio Cuauhtémoc son los lugares de su vida. Ataviado en el traje de luces y con capote en mano se siente realizado, también con la playera del Puebla siguiendo al equipo junto a su pequeño hijo, en ambos el torero poblano Héctor Gabriel alcanza la felicidad.

A los 25 años de edad, este tepeaquense es la nueva cara de la fiesta brava en Puebla porque actualmente es el único torero nacido en el estado que está vigente, y eso es gracias a su gran pasión.

“Vengo de una familia muy aficionada a la fiesta brava y desde chiquito, desde los 15 días de nacido, he estado en una plaza de toros, he visto toros toda mi vida y desde que tengo memoria he estado ligado a la fiesta de los toros como aficionado. Mi abuelo es uno de los aficionados con más pasión, que vive la fiesta brava con mucha emoción y me heredó eso”.

Tomó tan en serio a los toros que apenas a los 15 años de edad, se animó a decirle a sus padres que quería ser torero, y si bien en un principio se opusieron ya que eran sabedores de todos los riesgos, terminaron por respaldarlo.

“En el 2012 entré a la escuela taurina del maestro El Zapata, en Apizaco, viajaba todos los días a entrenar y regresaba, después el 9 de agosto del 2014 debuté como novillero, aunque fue una etapa corta porque tuve la fortuna de ganar certámenes nacionales importantes que me fueron dando un nombre en el medio taurino”.

Tras su debut como novillero a los 17 años, su evolución fue acelerada a tal grado que apenas dos años después, en el 2017 tomó su alternativa para convertirse en matador de toros, en un evento que jamás olvidará.

“Fue el 21 de abril de 2017, a muy poquito tiempo de haber empezado a entrenar, me convertí en matador de toros aquí en Puebla, en mi ciudad, en manos del maestro Enrique Ponce. Ya son cinco años de matador y la verdad no ha sido un camino fácil(…)  pero todavía falta ese empujón final para estar donde quiero estar y me hace falta el tener más oportunidades y que las fechas lleguen para poder, junto a mis virtudes como torero y ganas de ser, ponerme en un lugar que me ayude a estar toreando en todos lados”.

Este impulso lo ha llenado de optimismo y confía en que puede trascender, por lo que sus objetivos son claros, aparecer en las plazas más importantes de México, pero también llevar el nombre de Puebla al viejo continente.

“La verdad me gustaría torear muchísimo, en todas las plazas de México, poder ir a España, regresar a Europa a donde ya fui previo a la pandemia, en octubre del 2019 estuve en Francia y triunfé, tuve sensaciones muy importantes, iba a regresar a Europa, pero con la pandemia todo se cayó, eso es lo que anhelo, ser importante y que la gente quiera verme torear”.

Cuando no está en una plaza y no tiene el estoque en la mano, a Héctor Gabriel le gusta ponerse la playera del Puebla, el equipo de sus amores en un deporte que sabe disfrutar al máximo junto a su hijo.

“Compartiendo esta pasión junto con mi hijo, yo lo llevo al estadio así como mi padre lo hizo conmigo porque desde muy chiquito soy aficionado al Puebla, es una de mis grandes pasiones, la tauromaquia es mi vida, pero la verdad es que el Puebla es para mí una pasión que la llevó al límite, me encanta compartirlo con mi hijo, tiene seis años y es un gran aficionado, seguimos al equipo a todos lados, en mi casa el fútbol y el Puebla es como la religión”.

 

Compartir: