*La odontóloga poblana es parte de la novena mexicana que está buscando en Venezuela un boleto al Clásico Mundial
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- Gran parte de su niñez, Narda Andrade vivió en los diamantes, a donde acompañaba a su papá a los juegos y ahora ella se ha convertido en la figura de la pelota al ser parte de la Selección Mexicana que está jugando el Premundial de Venezuela.
Antes de entrar en competencia en lo que es un sueño para ella, representar al país dentro del diamante, Andrade contó cómo fue que dio sus primeros pasos en los terrenos de juego en los que tuvo que jugar junto a niños, y si bien a la par practicó natación, sabía que la pelota iba a ser su vida.
“El gusto por el beisbol surgió porque mi papá siempre se ha dedicado al beisbol y también mi abuelito y aunque en ese momento yo practicaba natación, me empezó a llamar la atención el beis, entonces empecé a los 9 años a jugar”.
Como todo pelotero en Puebla, su lugar de formación fue la Liga Zaragoza, en la que se mantuvo hasta los 13 años cuando su categoría no podía tener un equipo mixto, hasta que el doctor Gustavo Mata, reconocido impulsor del softbol en la ciudad, la invitó para que comenzara a jugar esta modalidad.
“En ese momento mi vida se tornó por completo al softbol, pude participar en Olimpiadas Nacionales y Campeonatos Nacionales, hasta que llegué a una edad en la que ya no podía competir”.
Tras nueve años alejada del beisbol en los que se metió de lleno con el softbol, cuando tenía 22 regresó la inquietud por el Rey de los Deportes y comenzó a pichar en equipos amateurs de hombres, hasta que en 2019 vio como aficionada la histórica actuación de la Selección Mexicana en el Premundial en el que consiguió por primera vez su boleto a la justa mundial en la que ahora ella sueña jugar, algo que terminó por motivarla para regresar a la alta competencia.
“No lo hice antes porque estaba estudiando la carrera y preferí acabarla, pero veía las chavas jugar con la Selección y le decía a mi papá que quería estar ahí. Seguí preparándome hasta que el año pasado me comenzaron a citar y después de varios filtros quedé en el roster final”.
Este llamado la tiene con la motivación a tope y con un sentido de responsabilidad para ofrecer lo mejor para la novena mexicana, aunque ella se siente capacitada de poder competir con las mejores peloteras del continente.
Y si en el beisbol amateur podía jugar ‘de lo que sea’, el alto nivel que le exige la selección mexicana la obligó a definir en qué lugar se siente más cómoda, siendo el montículo su sitio predilecto, aunque también el campocorto e incluso el jardín central.
“Yo siempre me he caracterizado por jugar varías posiciones en softbol, pero mis fuertes son el pitcher, short stop, cátcher, y de center fielder. En la Selección no puedes decir que juegas de todo, debes tener las posiciones definidas en las que más destaques, además con el bate casi siempre he sido del tercero al quinto orden, y como pícher puedo tirar recta y curva, pero ahorita ya me enseñaron el cambio para tener más variantes”.
Su camino hasta ponerse la camisola tricolor le ha obligado a dividir sus días entre sus labores como dentista y los horarios de entrenamientos, además de sus obligaciones en casa.
“Trato de citar a mis pacientes en la tarde para que en la mañana me dé tiempo entrenar, también ayudo a mi mamá en la casa, acabo de hace mis labores, entreno y me voy a trabajar, o en caso de que no pueda pues entreno en la noche, aunque ya no entreno en la noche beisbol, sino correr o más físico”.
Narda Andrade es una beisbolista poblana que está luchando por sus sueños, que ha tenido dificultades durante su carrera, pero ha sabido salir adelante y ahora está viviendo el sueño de miles, representar al país en un Premundial ante novenas de élite como República Dominicana y Venezuela con el anhelo de llegar al Mundial el siguiente año.
