*Pintaba para ser una crack del futbol, pero se lesionó la rodilla y su vida dio un giro cuando conoció el boxeo y ahora sueña con convertirse en la primera poblana que se consagre campeona mundial
Puebla, Pue.- Cada que va al estadio Cuauhtémoc, junto a su papá, a ver los partidos del Puebla de la Franja, Lorena Larrañaga siente una fuerza incontrolable intratable y entonces evita morderse las uñas por la pasión que tiene por el futbol, un nerviosismo que, por el contrario, sabe controlar cada que se pone los guantes y sube a un cuadrilátero.
“¡Pásala, está solo!”, se le escucha gritar a Lore con fervor a uno de los jugadores de los camoteros mientras tiene el balón en sus pies construyendo un ataque. Y es que ella sabe lo que es estar en una cancha.
Durante su niñez y gran parte de su adolescencia, no había otra cosa en su vida que el futbol, y ella era realmente buena, tanto que llegó a ser seleccionada nacional sub 17 y compartió equipo con Charlyn Corral, la mejor futbolista en la historia del país.
“Estuve en la sub17 femenil de México cuando Leonardo Cuéllar la dirigía y compartí cancha con Charlyn Corral y Stefany Mayor y me llamaron porque vino Cuéllar a Puebla a hacer una selección, estaba buscando talento, fui seleccionanda. Estuve cuatro meses, me tocó conocer el Comité Olímpico, pero una lesión en la rodilla suspendió mi actividad. La verdad ahorita que veo que el fut femenil está creciendo, me gustaría tener 12 años para poder jugar porque ahorita sí se paga y antes no, en mis años no había tanto auge como ahora”.
Su primer contacto con el boxeo lo tuvo cuando estaba en búsqueda de desarrollar técnicas de defensa personal y después de varios años practicándolo de forma recreativa le hicieron la invitación a tomarlo con mayor seriedad para iniciar su carrera.
“Yo de toda mi vida me he dedicado al soccer, pero practicaba cardio box, era más recreativo, por cuestiones de ser mejor, por defenderte y la inseguridad de hoy en día, así que llegué con mi entrenador, estuve en varios gimnasios, hasta que conocí a mi actual entrenador y me dijo que si no quería empezar en el mundo del boxeo”.
Si logró tener un desarrollo importante en el pugilismo es gracias a su entereza, pero también a la guía de su entrenador, ‘el Tigre’ Daniel Solís, quien le ayudó a superar su miedo a los golpes, a dominarlo y convertirlo en adrenalina arriba del cuadrilátero.
“Le agradezco infinitamente a mi entrenador Daniel Solís, el “Tigre”, se lo agradezco porque él me quitó ese miedo que me noqueaba a no poder realizar este deporte porque se me fue el miedo y empecé, el primer combate fue hace un año y en todos los que he ido salí con la mano en alto, no conozco la derrota”.
El Tigre la enseñó a rugir tan bien que en un año ya ha peleado ocho veces y en todas se ha llevado la victoria y el cinturón de campeona, siendo el más reciente el que ganó en Baja California. Lleva ocho peleas por cinturón y las ocho han sido ganadas, tiene tres títulos en 60 kilos, uno en 58 y los demás en 56 kilos.
Su buen momento la tiene con la motivación a tope y ansiosa por poder hacer su presentación como profesional, algo que se podría dar en breve ya que está en pláticas para que sea incluso antes de que termine el año.
Lorena Larrañaga ha tenido fracasos y los ha superado, sus miedos los ha dominado, cuando ha caído, aptendió a levantarse, y ese es el mensaje que le quiere transmitir a los más jóvenes, y también a los padres de familia, a quienes invita a impulsar a sus hijas a practicar el boxeo, y no necesariamente para convertirse en una peleadora sino también para aprender a defenderse.
“Cumplan sus sueños, que no les dé miedo, que sepan que todo el mundo caemos, es de valientes alzarnos, si han tenido miedo que no se preocupen, el miedo es de dos arriba del ring no solo de uno y quien domine el miedo va salir con la mano arriba. Yo les diría a los papás que a las niñas la metieran a este deporte sino para pelear que sea para aprender a defenderse, para lanzar un golpe, hoy en día existe mucho bullying, acoso, y la verdad no está de más que los niños sepan de defensa personal”.