Abuelo de la miel

*Fernando y Sandra han emprendido con la comercialización de la miel con la idea de cambiar estereotipos sobre las abejas y reeducar respecto a los beneficios del producto

Antonio Zamora

Puebla, Pue.- Los aromas, sabores, texturas y nutrimentos que ofrece la miel son la esencia de Nool Mel, la tienda que emprendieron los jóvenes poblanos Fernando Cabrera y Sandra Castilla, quienes llevan prácticamente cinco años inmersos en el dulce camino de su creación.

Egresado de la Facultad de Veterinaria de la BUAP, Fernando se acercó a la apicultura gracias a un profesor que le enseñó todo lo necesario, desde cómo transportar las abejas, hasta floraciones y cosechas, algo que en ese momento le sirvió para generar recursos para subsistir.

“Inicié en la apicultura en 2013 por la necesidad de tener un trabajo, era afín a mi carrera de estudios, peor yo no conocía nada, nadie en mi familia era apicultor, entonces lo veía como una forma de sostenerme mientras estudiaba”.

Cuando conoció a su actual pareja, Sandra Castilla, no solo encontró a una compañera de vida, sino a una impulsora para echar a andar su propia empresa, esto gracias a los conocimientos en administración que posee, lo cual los llevó a iniciar a comercializar la miel en 2017.

Primero se llamaban La Miel del Abuelo, pero al no estar registrados ante el IMPI, tuvieron la necesidad de buscar en 2019 una nueva identidad y así es como surgió Nool Mel, que es una combinación de Nool que significa abuelo en maya y Mel que en portugués hace referencia a la miel.

“Comenzamos con el rebrandeo, nueva marca, envases diferentes, un nombre que se escuchara diferente, pero a la vez fácil, y en 2019 ya iniciamos de lleno con Nool Mel, nuestra idea sigue siendo querer cambiar la imagen de la venta de miel, que sea innovadora, que muestre un productor de calidad y no quedarnos con lo clásico de la abejita, y desde entonces nos hemos posicionado bien e incluso ya hacemos envíos a otros estados y el extranjero”.

Pero para que la miel llegue a la mesa y de ahí al paladar, se necesita un proceso muy largo que para Fernando inicia en el municipio de Acatzingo, en donde se asoció con amigos apicultores que tienen terrenos para sembrar la flor y donde la magia sucede.

Debido a las características climatológicas de Puebla, solo pueden cosechar tres veces al año y con diferente flor, por ejemplo, a partir de marzo se da el mezquite, en mayo o junio, es el pirul, y en noviembre trabajan la multiflor, dejando en claro que solo obtienen el excedente de miel que dejan las abejas, por lo que no las dejan sin alimento.

“Es un proceso muy largo, las cosechas se dan por el pecoreo que es el trabajo de la abeja para recolectar el néctar de las flores para después formar la miel. Colocamos a las abejas en las inmediaciones de la siembra, cada abeja pude volar de tres a cinco kilómetros a la redonda para obtener el néctar, lo depositan en los panales y crean la miel sin madurar, como si fuera vino la dejan madurar, y ahí es cuando nosotros vamos, la llevamos al taller y la obtenemos con un extractor, luego la envasamos”.

Sabedores de la importancia de la abeja, su labor también es la de alejar los estigmas que hay a su alrededor y cambiar la imagen de que se trata de un insecto agresivo, y a cambio crear conciencia que los alimentos que produce son beneficiosos para los humanos.

“Hay muy pocos animales en el mundo que hacen la polinización, por eso su trabajo es irremplazable y si dejaran de existir simplemente la producción de alimento sería casi imposible. Hay que reeducar a las personas y hacerles ver que la apicultura es una actividad noble, que las abejas no son agresivas, y que confíen en los productos porque son beneficiosos para la salud.

En Nool Mel pueden encontrar productos innovadores como miel de café, de cítricos, o incluso la jalea real, alimentos que, debido a sus propiedades, las personas tendrían que incluir más en su dieta diaria.

“Vendemos la miel de diferentes cosechas de flor como el pirul, el mezquite y la multiflor, también de cítricos y café, polen, propóleo que tiene propiedades analgésicas y de ayuda a las vías respiratorias, además de la jalea real que es un súper alimento, es de lo que se alimenta la abeja reina y por eso puede vivir hasta cinco años a diferencia de la obrera que su vida es de unos cuarenta días”.

Si bien por la pandemia tuvieron que cerrar su tienda física, ahora cuenta con doce puntos de venta en hoteles y tiendas de alimentos, además del servicio de envío a domicilio, por lo que su proyección es a convertirse en referentes de la ciudad y el estado.

El proyecto inició con una tienda física,  que cerro por la pandemia, luego cla comercializaron en once puntos de venta en la ciudad de Puebla, y ahora envían Ciudad de México, Veracruz, Estados Unidos y Honduras.

Fotos: Antonio Zamora

 

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