*Ganadora del Concurso de Cuento Breve de Rock “Parménides García Saldaña, es una imprescindible voz del feminismo literario poblano
Jaime López
Puebla, Pue.- Leerla es un acto de transformación, porque sus textos hacen reflexionar sobre la violencia que las mujeres padecen diariamente en diferentes ámbitos de su vida, como su casa, la calle o el trabajo.
Si bien reconoce abiertamente su compromiso con el feminismo, explica que la ideología ha sido más notoria en sus creaciones recientes, cuando se percató a fondo de su relevancia política y social.
Es Raquel Hoyos Guzmán, ganadora del Concurso de Cuento Breve de Rock “Parménides García Saldaña” y autora de “Maldita”, una compilación de 17 cuentos que denuncian el acoso, abuso sexual y los feminicidios mediante una prosa que echa mano del realismo, el terror y la fantasía.
Entre risas y con una honestidad a flor de piel, no sabe a qué se hubiera dedicado si no fuera escritora, porque -dice- “no sabe hacer otra cosa”, aunque tiene habilidades para la cocina y es dueña de una amplia experiencia en las redacciones de distintos medios de comunicación, donde se especializó en corregir las muletillas y vicios gramaticales de las y los reporteros locales.
Formada en la licenciatura de Lingüística y Literatura Hispánica de la BUAP y amante de los tatuajes, su gusto por las letras le surgió desde temprana edad, cuando apenas era “muy chiquita” e intentaba escribir canciones sobre cosas que veía y le gustaban, por ejemplo, las estrellas y arcoiris.
Sus padres carecían de recursos suficientes para adquirir libros, pero aún así hacían el esfuerzo para comprarle algunos cuando iban a recorrer los centros comerciales.
“Fíjate que es curioso, porque en la casa no había muchos libros, dado que mis papás venían de comunidades de bajos recursos, entonces, no tenían dinero para comprar libros”, afirma.
Quizá fue “La Ilíada” uno de los primeros textos que leyó a fondo, gracias a que fue una de las obras que su hermano, durante su época estudiantil, tuvo que analizar como parte de sus obligaciones estudiantiles.
Posteriormente, su afición por la literatura fue creciendo hasta que su creatividad tuvo un proceso más consciente a partir de la preparatoria, cuando comenzó a participar en concursos de cuentos y poesía, aunque admite que es más prodigiosa para el primer género.
Con una sonrisa de oreja a oreja, revela que no le gustaba enseñar sus relatos por miedo a la crítica, pero dicho temor lo fue perdiendo tras ganar sus primeros certámenes.
“Fue como una validación de mi trabajo cuando tienes este síndrome de la impostora”, expresó sin tapujo alguno.
Hoy en día es una de las plumas contemporáneas más activas y reconocidas de la creación literaria poblana, en específico, de los relatos cortos o los cuentos.
Sin negar su pasión por la ficción especulativa o de terror, en la que se adentró desde que leyó a una de sus escritoras favoritas, Anne Rice de “Entrevista con el vampiro”, tiene confianza en lo que viene para ella y las creadoras de su generación, a pesar de los intentos de varios varones por continuar acaparando los espacios literarios y editoriales.
En su futuro inmediato se encuentran diversos talleres y creaciones suyas que están a punto de ser publicadas, como “Temporada de crisálidas”, que ya promociona en sus redes sociales.
Mientras tanto, varios representantes de la prensa la buscan para hablar de “Maldita”, que ella considera como su primera hija, la muestra de su esfuerzo y un espacio de experimentación, en el que fue dándole forma a varias de sus interrogantes.
“Ese primer libro es un conjunto de cuestionamientos; yo creo que la literatura más que respuestas son preguntas”.