*Intentó trascender en el futbol, pero en el Puebla y Lobos BUAP no lo pudo lograr; transformó su mente y cuerpo para participar en el Exatlón y ahora es un entrenador deportivo en línea
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- En 2019 tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida: dejar el futbol. Y comenzó una etapa que lo ha transformado no solo físicamente, sino también mentalmente, en una muestra de resiliencia que vuelve admirable a Alejandro Campos.
Siempre estuvo cercano a los deportes, desde muy pequeño probó diferentes disciplinas hasta que a los 10 años de edad se decantó por el futbol y en específico por la portería, posición que lo atrapó y en la que buscó trascender.
“Desde que tengo uso de memoria siempre he sido deportista, al principio no fue el futbol, practiqué natación, gimnasia, taekwondo, patinaje sobre hielo, hasta que a los 10 años se dio que entrara a la Academia del Barcelona que estaba en la Ibero y que dirigía Roberto Ruiz Esparza”.
El sueño de convertirse en futbolista profesional tomaba forma a los 13 años cuando entró a las Fuerzas Básicas del Puebla de la Franja y escaló rápidamente las divisiones menores hasta llegar a la sub 17, cada vez más cerca de Primera División, pero de buenas a primeras tuvo que dejar al club, algo que le dolió mucho.
“Fui capitán en la sub-15, de ahí pasé a sub-17, de ahí hubo un cambio estructural en el club y cuando tenía 17 años fue mi salida. Fueron cinco años en los que me di cuenta que mi etapa en el Puebla fue buena, pero entre más iba avanzando fui encontrando más obstáculos, cambiaron de directiva y todo mi trabajo se fue a la basura”.
Decepcionado, encontró cobijo en el otro equipo de la ciudad, Lobos BUAP, y tras otro lapso de arduo trabajo, tocó el cielo con las manos, pues fue parte del plantel que en 2017 logró el histórico ascenso a Liga MX, aunque después el futbol le tenía preparado otro golpe bajo.
Los desaguisados no lo hicieron rendirse y buscó una última oportunidad para hacerse de un lugar en el futbol; en el segundo semestre del 2019, viajó a Cancún a hacer una prueba para incorporarse al Atlante y si bien les llenó el ojo, cuando estaba a punto de firmar, un cambio de último momento otra vez lo dejó fuera de la jugada.
“Después de que lo de Atlante ya no se dio, me ofrecieron a irme a Segunda División de Pioneros (equipo de Cancún), pero ahí fue cuando dije: ‘creo que valgo más’, y ahí fue cuando decidí dejar el fútbol”.
La tristeza lo invadía, había tomado una decisión complicada, dejar el deporte al que le había entregado los últimos once años de su vida, un momento que transformó en motivación cuando encontró su nuevo objetivo en el Exatlón, uno de los reality show más vistos en México.
“Me metí totalmente a prepararme para el Exatlón, porque lo veía en la tele y decía: ‘algún día cuando no juegue yo voy a estar ahí’, y un año estuve trabajando sin descanso, me lo creí de tal forma que después de mandar más de 30 solicitudes para ser seleccionado, hubo más de 50 mil interesados entrar y al final se dio la oportunidad, mi perfil era algo que buscaban”.
Su lugar en la temporada cuatro del programa televisivo se lo ganó a pulso debido a la transformación que vivió, pasando de ser un portero de 66 kilos de peso, a colocarse en los 7 bajando sus niveles de grasa, aumentando su masa muscular y desarrollando un portento físico.
“Fue una transformación, cuando jugaba era muy flaco la verdad, entonces me dijeron que tenía que mejorar mi físico y lo hice, en ocho meses mejoré de manera muy considerable mi aspecto físico y lo mental, siempre he sido una persona fuerte de la cabeza y en esa parte me mantuve enfocado en mi objetivo”.
En plena pandemia, ‘Campitos’ sorprendió a Puebla siendo parte de este programa televisivo y a pesar de que fue el primer integrante en ser eliminado, la experiencia que vivió lo dejaron satisfecho y consciente de que se trató de un parteaguas en su vida.
“Fue una eliminación bastante pronta, pero hay que aceptarlo como un aprendizaje porque me di cuenta que estaba entrenando bien como profesional, además de que creo que me faltó adaptación, pero aun así, sin lugar a dudas, fue un parteaguas en mi vida”.
Y como la resiliencia es su mejor característica, ahora aprovecha el cuerpo que desarrolló junto a sus habilidades y conocimiento para ser un entrenador online, por lo que a través de su cuenta de Instagram asesora a personas que, como él, quieren hacer un cambio en su vida.