El deleite visual de Quetzalcóatl

*Más de 20 artistas del Pueblo Mágico de Chignahuapan conformaron el “Paseo de las Catrinas”; 120 metros de coloridos y vistosos murales con las leyendas del Mictlán, la laguna, el perro Xoloitzcuintle y el ajolote

Jaime Carrera

Chignahuapan, Pue.- Paredes multicolores con texturas, brillantina, vidrios y elementos icónicos de Chignahuapan, conforman 120 metros de murales llamados el “Paseo de las Catrinas” a lo largo de la calle Nigromante, de cuya esquina emerge el dios Quetzalcóatl.

La “serpiente emplumada” luce esplendorosa y desciende en un camino con escalones como si se dirigiera a la laguna Chignahuapan, un lugar mítico de este Pueblo Mágico que, sin importar la temporada del año, cautiva tanto a los locales como a turistas.

La presencia de la imagen de Quetzalcóatl en esta región tiene un origen: las creencias de los pueblos indígenas, algunos de ellos intervinieron en la construcción de la Parroquia de Santiago Apóstol, en la cual también hay elementos en alusión a este dios.

De hecho, al centro de este municipio, en la iglesia principal, se pueden observar gárgolas con rasgos de serpiente que ocultas entre la religiosidad católica enaltecen a Quetzalcóatl, conocido y considerado como el dios de la naturaleza y la vegetación.

Y es que de acuerdo con cronistas de la región, en este pueblo eran comunes las plegarias a la “serpiente emplumada” y no podía tener mejor representación para agradecer por el verde paisaje de Chignahuapan que, un mural monumental en su honor.

La escultura, es arte puro. Y fueron manos de artistas locales las que trabajaron a través de moldes, cemento y malla esta figura que fue pintada con pintura acrílica y aerosoles para dar fluorescencia para ser admirado y venerado también por las noches.

Aun cuando el protagonista del “Paseo de las Catrinas” es Quetzalcóatl, la variedad de figuras plasmadas es un deleite visual para los amantes del arte, quienes no dejan pasar la oportunidad y se toman infinidad de fotografías con los murales detrás.

Para su elaboración participaron más de 20 artistas y colaboradores encabezados por el maestro Héctor Castilla, un referente artístico de la región de Chignahuapan que, cada que puede, presume estas pinturas, dibujos y trazos de niños, jóvenes y adultos.

Recorrer de principio a fin estos murales convertidos en el “Paseo de las Catrinas”, inaugurado en noviembre de 2020, es conocer de fondo la historia de Chignahuapan, pues se retratan las leyendas en torno al Mictlán y el papel fundamental de su laguna.

También se aprecian símbolos como el perro Xoloitzcuintle, el ajolote –animal antes endémico del municipio–, catrinas y una alegoría de símbolos prehispánicos que aborda la historia de este Pueblo Mágico con toques de trazos contemporáneos.

Héctor Castilla suele referir que, Chignahuapan es el primer paso para llegar hacia el inframundo y con todas esas creencias detrás de la majestuosidad del pueblo, no podían faltar murales que retrataran todo lo que tiene ofrecer este municipio serrano.

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