El Chiltepín, el rabioso sabor poblano

*Con productos traídos desde la Sierra Norte de Puebla, como el chilpozontle, mole de olla y frijoles enchilados, el Chiltepin Analco inició su batalla culinaria con estudiantes y académicos y se extendió a toda la ciudad

Guadalupe Bravo

Puebla, Pue.- El chiltepín es un pequeño chile cultivado en la Sierra Norte de Puebla, conocido en la lengua madre como pulga debido a su tamaño. Aunque parece inofensivo, suele ser muy picoso y el mejor aliado de las comidas mexicanas.

Y es también la inspiración para uno de los residentes de la localidad de Dimas López del municipio de Olintla, para llamar así el restaurante que traería a la capital poblana la sazón de las tierras fértiles del estado de Puebla.

José Gómez Ponce mejor conocido por clientes y amigos como “Pepe”, lleva en la ciudad 25 años, pero fue hace cuatro cuando abrió el restaurante buffet que le ha nutrido el cuerpo y el corazón a decenas de estudiantes, maestros y oficinistas de la zona de la UPAEP.

Ubicado en la 15 poniente 1915, esquina con la 21 sur en la colonia Santiago, ha visto nacer y fortalecer su sueño de brindarle a los poblanos los platillos con los que creció y que son el sello de nuestra gastronomía.

Sabe que no todos los restaurantes pueden costear este delicioso ingrediente en su menú por el costo que representa y por ello se decidió a transportar los platillos de la Sierra Norte de Puebla, como el chilpozontle, el mole de olla y los frijoles enchilados, a la mesa de los capitalinos. Con ello, también apoya a los agricultores pagando un precio justo por sus productos.

Gracias a su sabor, sus precios accesibles y su trato siempre amable, ha visto crecer su negocio a pasos agigantados, con una sucursal con un nuevo concepto, combinando la historia con la modernidad que ha adoptado el Centro Histórico de Puebla.

Con su socio Roberto Hernández, hombro a hombro, abrió Chiltepin Analco en la avenida 7 oriente 603, en la que fuera una antigua fábrica de algodón en uno de los primeros barrios indígenas de la ciudad, justo a contra esquina del parque que cada fin de semana alberga a poblanos y turistas que salen a relajarse y a comer en familia, con amigos o en pareja.

Desde que se ingresa a Chiltepín Analco se tiene la sensación de entrar al segundo hogar, la paz es inmediata al igual que el aroma a café de olla. La vista hacía el parque, el empedrado y tranquilidad que rodea la zona es ideal para comer a gusto, realizar las tareas y hasta hacer juntas.

Funge como lugar de entretenimiento pues los fines de semana tienen música en vivo para recordar el espíritu que dejó la zona de Los Sapos que hasta hace algunos años se caracterizaba por tener su ambiente festivo.

Los viernes la fiesta arranca desde las 7 de la noche, mientras que los sábados y domingos comienza a las 4 de la tarde y el repertorio abarca desde los años 80 hasta la música actual para todos los gustos. Y si se te antojan unos chilaquiles o enchiladas en la tarde-noche, te los preparan al momento.

Además, su terraza también es un área petfriendly por sí las familias o parejas que salen a pasear los fines de semana quieren llevarse a su mejor amigo de cuatro patas a comer con ellos.

Gracias a su buena ubicación, colombianos, salvadoreños y estadounidenses se han deleitado con los chilaquiles, sopes, tlacoyos y huevos rancheros al estilo chiltepín cuando visitan la ciudad. Y  sin faltar mezcal y tequila, en una alianza estratégica.

Chiltepín Analco logra reunir la estructura tradicional con una pincelada vanguardista en el corazón de la ciudad.

 

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