Rosi del Castillo, recta de oro

*La poblana es la mejor pitcher de México y Latinoamérica gracias a su recta de 78 millas por hora que le permitió hacer historia y convertirse en la primera mujer en jugar en una liga varonil semiprofesional en el país

Antonio Zamora

Puebla, Pue.-  Con su recta de 78 millas por hora, la poblana Rosi del Castillo, la mejor pitcher de México y Latinoamérica, no sólo logró callar cualquier duda y critica  en su contra, sino que le permitió hacer historia y convertirse en la primera mujer en jugar en una liga varonil semiprofesional en el país.

Prefirió el guante y la bola desde los tres años, edad a la que comenzó a practicar beisbol inducida por su hermano mayor, quien la llevaba a todos sus juegos, algo que provocó un enamoramiento con el rey de los deportes, aunque fue más adelante cuando conoció su lugar favorito del diamante: el montículo.

“De chiquita jugué de todas las posiciones, pero empecé a pichar desde los siete años gracias a mi hermano, era el que me decía: ‘ándale vente a jugar’, porque yo no me animaba, fue el que me animó a jugar en ligas y fue una experiencia buena me hizo ser mejor cada día y me ha ayudado a llegar hasta donde estoy”.

Desde un inicio demostró cualidades para dejar abanicando a los bateadores, por eso fue inscrita a la Liga Zaragoza, el semillero de peloteritos más grande de Puebla y uno de los más importantes del país, aunque debido a que por entonces el beisbol femenil prácticamente no existía, tuvo que forjarse jugando contra hombres.

“Ahí fue donde hicieron una clínica de picheo y empecé a lanzar, me gustó. Me acuerdo que en la Liga en la misma categoría que yo había una niña y pues los demás obviamente eran hombres y siempre he jugado con hombres la verdad”.

Su dominio en la lomita y lo indescifrable de sus lanzamientos llamaron la atención de Osvaldo Morejón, una leyenda en el equipo Leones de Yucatán, y quien a la larga se convirtió en su gran impulsor: la convenció de jugar, con tan solo 16 años de edad, en la Liga Meridiana, una competencia de gran prestigio en el beisbol de Yucatán.

“La verdad fue un gran reto porque había mucha gente que no estaba a favor de que yo participara, recibí muchos comentarios negativos, pero eso no me afectó. La verdad que mi debut fue algo muy importante, creo que fue un parteaguas para que más niñas, más mujeres empezaran a practicar este deporte, ver qué no solo es un deporte para hombres sino también nosotras podemos practicarlo”.

La serpentinera poblana se encargó de callar bocas, de ponchar estereotipos, demostrar que la calidad no tiene género, pero también de enseñarles el camino a otras mujeres que por miedo no han podido practicar el deporte que les gusta.

“Yo les digo a las chicas que no tengan miedo, que se animen a practicar el deporte que les guste, que comentarios malos siempre van a haber, pero también va haber comentarios muy buenos por lo que las invito a que siempre tengan mucha dedicación al deporte que les gusta porque esa es la forma para lograr todo lo que se propongan”.

María del Rosario hoy por hoy es la mejor pitcher del país y la muestra fue en 2019 cuando se convirtió en la figura de la selección nacional que hizo historia y se clasificó por primera vez al Mundial de Beisbol Femenil a pesar de tener enfrente a rivales de mucha tradición como Estados Unidos, Venezuela y República Dominicana.

Las casi 80 millas por hora de su potente recta nadie las ha podido igualar en el beisbol femenil en Latinoamérica, y ese poder no solo lo tiene en su brazo derecho, sino en su mentalidad y sus convicciones que la han llevado a pisar fuerte y dejar huella, porque ella demuestra que jugar como niña es jugar como la mejor.

“Pues la verdad me ha cambiado muchísimo, el béisbol en mi vida, lo es todo, he conocido muchos lugares gracias al béisbol y he recibido muchos reconocimientos gracias al béisbol y a mi participación, esfuerzo y dedicación que yo le tengo a este deporte”.

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