*Hace casi medio milenio, fue levantado con gigantescas vigas y recubierta con tejas de barro, pero actualmente solo quedan los ornamentos que se convirtieron en una joya arquitectónica del municipio
Antonio Zamora
Tecali de Herrera, Pue.- Al momento de entrar a lo que alguna vez fue un convento y caminar al lado de las altísimas columnas produce una extraña combinación entre vértigo y emoción, pues estás en un edificio con más de medio siglo de vida, pero que pareciera frágil dispuesto a desplomarse en cualquier instante.
A prácticamente una hora de distancia de la capital poblana está el municipio de Tecali de Herrera, conocido por su enorme producción de artesanía a partir del ónix, pero que en su centro tiene una verdadera joya arquitectónica.
Fue en 1540 cuando los misioneros franciscanos llegaron a lo que hoy es Tecali e iniciaron la construcción de este inmueble dedicado a Santiago Apóstol y que además de majestuoso, tiene un estilo renacentista.
Por más de cien años estuvo en funcionamiento, erigiéndose como el más impresionante de la región; sin embargo, con la construcción de la parroquia secular, los religiosos tuvieron problemas con el Obispo de Puebla y decidieron abandonar el edificio en 1643.
Fue levantado con gigantescas vigas y recubierta con tejas de barro, pero actualmente solo quedan los ornamentos. En su fachada hay elementos iconográficos que a partir de imágenes intentaba enseñar a los nativos “la palabra de Dios”.
Ahora se ha convertido en uno de los puntos turísticos más importantes no solo del municipio sino de la región, pues los visitantes se maravillan recorriendo cada rincón, en donde la sensación es que has retrocedido varios siglos en el tiempo gracias a sus envolventes estructuras.
Además de sus gigantescas columnas, llaman mucho la atención los vestigios de lo que alguna vez fueron habitáculos, además de poder observar nichos antiguos, el altar mayor, los confesionarios, cruces y pasar por el gran pórtico que aún conserva su portón de madera maciza.
Conocer todo el lugar puede llevar un tiempo aproximado de veinte a treinta minutos, aunque muchos prefieren no mirar el reloj y simplemente sentarse sobre el césped para apreciar lo que esta construcción que hace casi 500 años fue punto de reunión de religiosos.
El ex Convento de Tecali está a unos pasos del zócalo de este municipio. Para quienes no cuenten con credencial de estudiante, maestro o que lo acredite como persona de la tercera edad deberán cubrir la cuota mínima de 45 pesos para entrar a esta joya arquitectónica, que al igual que las artesanías de Mármol y Ónix, hacen de este un destino turístico que no defraudará.