*Doña Lupita las empezó a vender hace más de cincuenta años en esta población del municipio de Acajete y desde entonces ha trascendido por generaciones
Antonio Zamora
Acajete, Pue.- La primera impresión que se genera cuando vez las tortas de taco dorado es de extrañeza: una combinación inédita, pero cuando se prueba entiendes por qué ha trascendido por generaciones en San Jerónimo Ocotitlán, una población a 50 minutos de la capital poblana.
Según cuenta Germana Flores, hija de Guadalupe Cerezo mejor conocida como Doña Lupita, fue en la década de los sesenta cuando junto a tres vecinas, su mamá creó el manjar. Vendiendo chalupas y tacos dorados en la escuela de la comunidad, unos alumnos se le acercaron y le pidieron que le pusieran unas chalupas y unos tacos en sus tortas.
“El platillo tiene más de cincuenta años, es muy representativo de aquí de Ocotitlán y se creó porque mi mamá, junto a las señoras Antonia Reyes y Columba Flores, vendían chalupas y tacos dorados en la primaria Álvaro Obregón, y un día se aceraron unos alumnos y como vieron la comida en el comal, le pidieron a mi mamá que le echaran las chalupas y los tacos en una torta, y de ahí se comenzó a hacer muy famosas”.
Así empezó el éxito de las tortas de taco de Doña Lupita, que comenzaron costando cincuenta centavos y que eran la comida casi diaria de los pequeños e incluso de profesores y padres de familia cuando salían de las clases.
“La torta de taco consiste en una telera partida a la mitad, en las tapas lleva aguacate y frijoles, después se le pone los tacos dorados de longaniza, de quesillo o de papita hervida, y al final se le pone la lechuga, jamón y quesito. Puede ir con uno, dos o hasta tres taquitos cada torta”.
La fama y la demanda fue creciendo a tal grado que ahora los habitantes de Ocotitlán ya buscaban su torta de taco dorado en las festividades, en la feria del santo patrono San Jerónimo, o en los carnavales.
Por ende, este negocio se convirtió en el sustento de la familia Flores Cerezo para posteriormente ser tomado por Germana, o Doña Lupita como ahora los vecinos la conocen por su mamá, quien perdió la vida hace seis meses, pero que dejó uno de sus grandes legados con las tortas de taco que siguen vigentes.
“Este platillo es representativo de nosotros, de la población, han venido personas de otros lugares para probarlos, para conocerlos, porque les han contado que saben muy ricos y siempre se van muy satisfechos. De hecho los han tratado de imitar en otros lados, pero no se igualan a estos”.
Ahora ella es la responsable de mantener viva esta tradición con el apoyo de su hijo, quien la ayuda a difundir su producto y a promocionarla en las redes sociales, y quien seguramente en un futuro de hará cargo de esta herencia.
“Las cosas han ido subiendo y nosotros ahorita vendemos cada torta con un taco en quince pesos, o si quieren con tres tacos cuesta veinte. Hacemos entrega a domicilio aquí en San Jerónimo y los fines de semana vendemos aquí en un local junto a mi casa”.
Chalupas y Tacos Doña Lupita es cómo se puede encontrar en Facebook este negocio con más de cincuenta años de existencia y que ha logrado hacer trascender su platillo a lo largo del tiempo colocándolo en el gusto de toda una población.