*Desde Tepeaca se sacudió los miedos a los golpes y combates, se convirtió en una experta en lucha olímpica y artes marciales mixtas; es medallista nacional
Antonio Zamora
Tepeaca, Puebla. – Le daban miedo los golpes, cerraba los ojos durante los combates, hasta que un día, Alma Céspedes se convirtió en una guerrera y medallista nacional de lucha olímpica, además de que ayuda a mujeres violentadas en Tepeaca, municipio del que es nativa.
“Empecé por obligación porque mi papá me obligó a entrenar, no fue por gusto mío o porque yo hubiese querido, pero con el paso del tiempo le fui agarrando cariño, primero empecé con artes marciales y después me conectaron con lucha olímpica, después empecé hacer jiujitsu”.
No le gustan los estereotipos y si bien en un principio vio como una obligación el empezar a entrenar lucha olímpica, comprobó que este deporte de contacto también lo pueden practicar las mujeres y no solo eso, sino destacar.
“Es un deporte que no es estereotipado para las niñas, pero con el paso del tiempo me di cuenta que en el aspecto de combate somos más técnicas que los niños que son más descuidados porque solemos prepararnos mejor y nuestro temperamento no es como el de los hombres”.
Fue hace siete años, cuando tenía 15 años, que entró a una academia para practicar artes marciales mixtas, con muchas dificultades, pero le hizo conocer el respaldo de su entrenador y compañeros para superar sus miedos. Tuvo un crecimiento tan acelerado que en menos de tres años no solo aprendió, sino que alcanzó una madurez que le permitió debutar como peleadora profesional.
“Al principio me daba miedo recibir un golpe en la cara o en el cuerpo, entonces mis compañeros y mi entrenador me ayudaron a perder el miedo dándome golpes no tan fuertes, pero en la cara y el cuerpo y así empecé a asimilarlos, a dejar de cerrar los ojos, porque conforme vas entrenando vas mejorando y notas cambios en tus sparrings”, recuerda.
Tepeaca está a 35 kilómetros de la capital poblana y ese es la distancia que Céspedes debe recorrer cuando tiene clases presenciales para llegar a la facultad de Ingeniería de la BUAP, en donde estudia ingeniería en mecatrónica, pero además en donde aprendió y se convirtió en medallista nacional de lucha olímpica.
En 2019 dio el gran salto de su carrera pues se presentó en Combate Américas, empresa que tiene sede en Estados Unidos, pero que está dirigida a audiencia hispanoamericana, y si bien su estreno fue con derrota ante la puertorriqueña Criszaida Adames, tiene la cuenta pendiente de volver a pelear, pero ahora en la prestigiosa ‘Invicta Fighting Championships’, consideraba como la mejor liga femenil en el mundo.
“Con la derrota en Combate Américas tengo la espinita clavada, quiero buscar una pelea en MMA, aunque con la pandemia no hemos querido aceptar nada por protección, ya quiero pelear, tengo la meta de llegar a Invicta que es una liga de puras mujeres, está ligada con UFC”.
Alma Céspedes es una guerrera tepeaquense que no solo busca su desarrollo personal, sino que el bienestar de las mujeres de su municipio por eso ha dado talleres de defensa personal para compartir sus conocimientos y aquellas que sufren violencia puedan defenderse.
“Como mujeres debemos apoyarnos entre nosotras, siento que en su momento estuvo bien hacer huelgas y protestas, salir y romper cosas porque querían hacerse oír y no está mal, pero yo no soy así, por eso mi idea fue dar un taller de autodefensa para las mujeres, puede que seamos miedosas, si un hombre me pega voy a quedar en shock, pero si tú ya tienes el conocimiento y ya sabes cómo reaccionar, puedes defenderte”.