Mirelle Arciniega, crack poblana

*Una de las capitanas del Puebla Femenil sueña con ser campeona alguna vez y regresar a la Selección Nacional

Antonio Zamora

Puebla, Pue.- Cada pase para gol o buena jugada dentro de la cancha, se lo festeja su hijo que se ha convertido en su motor, en su impulso. Mirelle Arciniega, madre soltera, una de las capitanas del Puebla Femenil y con un historial por la Selección Nacional.

A las 5:30 de la mañana suena el despertador y ella sabe que su jornada apenas ha comenzado. Se para a preparar el desayuno para todos, vive en la casa de sus padres con su hijo y su labor es como la de una jefa de familia.

Tiene que levantar a su hijo para prepararlo para la escuela, ayuda a su mamá, que sufre distrofia muscular, a las actividades del hogar y cuando todo está en orden, se va para el entrenamiento de la Franja.

“Levantarme temprano es de todos los días, ayudo en casa, levanto a mi hijo para la escuela, preparo el desayuno y después me voy al entrenamiento. Cuando regreso a casa, veo lo de la comida, la tarea de mi hijo y lo que falte por hacer en la casa”.

A 12 kilómetros de la ciudad de Puebla está la comunidad de Chipilo, fundada en el siglo XIX por inmigrantes italianos, y lugar en donde Arciniega comenzó a practicar futbol desde muy pequeña impulsada por su padre que tenía una escuelita

“Inicié desde pequeña a realizar este deporte, he pasado por muchísimos equipos, muchos entrenadores que me han dejado algo muy especial y una huella en mí y han aportado como futbolista y como ser humano”.

Sin embargo, el camino hacia el futbol profesional no ha sido fácil para la de 28 años de edad, pues a pesar de sus cualidades que en algún momento la llevaron a la Selección Nacional, estuvo cerca del retiro antes de que se creara la Liga MX Femenil en el 2017.

“Varias veces llegué a pensar en el retiro porque no se veía para cuándo pudiera haber una Liga profesional entonces eso desanimaba y sobre todo yo tenía que ver por el bienestar de mi hijo y buscar un trabajo, hasta que afortunadamente se creó la Liga MX”.

Aunque el balompié femenil profesional llegó al país en el 2017, fue hasta el segundo semestre del 2018 cuando el Club Puebla tuvo su representante y ahí se dio el debut de Arciniega, algo que nunca olvidara.

“El llegar al Puebla fue una satisfacción muy bonita, yo no esperaba ser llamada para ser parte de este equipo, aunque desde chiquita estaba ligada al club, siempre pertenecí a fuerzas básicas del Puebla, a escuelitas del Puebla, pero al llegar al club y representar como jugadora profesional creo que es algo muy padre y en todo mi desarrollo he sido muy constante, he tenido mis lesiones, pero creo que lo he hecho de buena manera”.

Ante toda su actividad dentro y fuera de la cancha, tiene que hacer rendir los días como si tuvieran más de 24 horas, pues además de las actividades de casa, de estar cerca de su hijo, las labores de su hogar y los entrenamientos, ante los bajos salarios de la Liga MX también se supo dar espacio para dar clases de futbol por las tardes.

“El mayor reto es cumplir de buena manera las dos partes, creo que no he hecho mal la labor como madre y como jugadora profesional, creo que el dar buen ejemplo a mi hijo eso es un reto para mi bastante grande, el que vea que hay que ser responsable en la vida, disciplinado, constante para poder cumplir en esas dos cosas y él en las actividades que realice”.

Y Mirelle también tiene tiempo para soñar, para anhelos deportivos con su amado Puebla, porque para ella no existe otro equipo que el de su estado con el que se visualiza siendo campeona alguna vez, además de regresar a la Selección Nacional.

“Con el club sueño con ser campeona porque es el equipo de mis amores y sería lo mejor que me pasaría dentro del fútbol. En Selección quiero ser llamada nuevamente, sí me gustaría jugar otra vez un Mundial, hay mucho que trabajar, pero creo que nada es imposible”.

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