*En los alrededores del afluente, convertido en el bulevar Héroes del 5 de Mayo, surgieron los barrios de La Luz, El Alto, Xanenetla, Analco, Santiago, Xonaca y Xonacatepec
Guadalupe Vázquez
Puebla, Pue.- Poseedor del cauce de las aguas de La Malinche que alimentaban los molinos, prueba de la división de clases, causante de inundaciones y huella de la batalla más importante de Puebla: el Río de San Francisco ha sido el testigo natural de la ciudad.
Ubicado desde la fuente de la China Poblana hasta Valsequillo, el ahora bulevar Héroes del 5 de Mayo -en cuyas entrañas corre el afluente- es una de las principales arterias de la capital donde a diario cientos de vehículos y personas transitan, debido a su abovedamiento que inició en diciembre de 1964, luego de años de contaminación y de varios desbordamientos que dejaron estragos. principalmente en los barrios indígenas.
Caminar sobre él es imaginarse la magnitud del torrente, sentir el viento que provocan los caballos de fuerza de los autos, es tal vez una sensación parecida al vigor del agua que descendía de la falda de Jade o Malinche llamada así por su origen náhuatl, que le brindaba agua al Valle de Cuetlaxcoapan.
Por su ubicación entre Veracruz y la Ciudad de México fue la razón por la que los colonizadores decidieron hacerlo su hogar: la Nueva España.
Así el 16 de abril de 1531 Toribio de Benavente funda Puebla, la “Ciudad de los Ángeles”, concebida con un perfecto orden urbano. Para hacerla realidad los españoles echaron mano de pobladores tlaxcaltecas, cholultecas y calpantecas, quienes con el paso del tiempo y el trabajo necesitaban un lugar donde habitar, por lo que en 1550 el Ayuntamiento les otorgó permisos para construir, con una condición, que fuera en los solares que se encontraban al otro lado del Río San Francisco.
Los indígenas se llevaron el conocimiento para la construcción, pero los beneficios de la urbanización, por lo que sus casas no fueron planeadas, se asentaron en desorden de acuerdo a sus necesidades y al crecimiento demográfico.
De esta forma surgieron los barrios de La Luz, El Alto, Xanenetla, Analco, Santiago, Xonaca y Xonacatepec por lo que el torrente sufrió la construcción de un puente, y luego otro, y luego otro para que los obreros pudieran terminar la “Ciudad trazada por los ángeles”.
Una de las construcciones que aún sobrevive intacta debajo del bulevar, es el “Puente de Bubas”, el cual fue sepultado durante las obras de abovedamiento. Pero en el 2014 con el proyecto “Los Secretos de Puebla” se rehabilitó para dar acceso al público a los vestigios del antiguo puente.
Pero el río no solo es un caudal de secretos, sino también un lugar de fiesta y orgullo, pues cada año el Desfile 5 de Mayo lo inunda con cientos de sillas en el camellón para conmemorar la fecha en la que por primera vez un ejército mexicano le ganó a una potencia extranjera: Francia.
Los que probablemente varios desconocen es que el “Boulevard Héroes del 5 de Mayo” es un nombre afrancesado impuesto sobre el tradicional “Calzada del Río San Francisco” como se le conocía originalmente al proyecto de abovedamiento.
A pesar de ello, para los poblanos es sinónimo de fiesta que ha trascendido fronteras y se ha vuelto muy popular en varios países del mundo donde los connacionales habitan. Dicha fecha los hace recordar su tierra, su agua y río.