Patrona de la Catedral de Puebla

Guadalupe Juárez

Puebla, Pue.- La imagen de la virgen se encuentra rodeada por cuatro ángeles, uno representa la santidad, la pureza, otro el misterio de la Inmaculada Concepción y el último símbolo de victoria y triunfo.

La Mariana posa sus manos sobre sí misma como si orara, está sobre el globo terráqueo, tiene una serpiente demoniaca en sus pies y una corona sobre su cabeza de estrellas. En cada rincón de la ciudad servía de refugio para los españoles, verla era prueba que el lugar que pisaban seguía formando parte del imperio español, porque era la figura religiosa que más veneraban.

En la Catedral de Puebla hay varios tesoros, uno de ellos, quizás el más significativo está fundido en bronce dorado… es la figura de la patrona de este recinto religioso poblano, la Inmaculada Concepción, que se encuentra en medio del ciprés del Altar Mayor, construido entre mármoles de todo el país y en cuya base está la cripta de los obispos poblanos.

Para elaborarla, su escultor Manuel Tolsá primero la esculpió en madera como base para fundirla en plata, aunque al final eligió el bronce dorado.

Manuel Tolsá fue un arquitecto, ingeniero y escultor de origen español que vivió la mayor parte de su vida en la Nueva España, estudió en Valencia, Italia y llegó a la Nueva España en 1871 y fue el encargado de obras de drenaje y abastecimiento de aguas de Ciudad de México.

Su escultura de la Inmaculada Concepción es la única que cuenta con documentación fidedigna por parte de la Iglesia Católica y como todas las imágenes de la virgen en el mundo, es venerada cada 8 de diciembre.

Fue elaborada en 1789 y el vaciado en bronce lo llevó a cabo el platero Simón Salomón. También es considerada una escultura de estilo italoespañol y hay una réplica similar de madera en la capilla del Seminario Palafoxiano, copia que hizo el escultor original.

Desde 1984 la Iglesia Católica decretó que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el momento de la concepción de Jesús, de donde viene la expresión “llena de gracia”.

Por eso, cuando el obispo Juan de Palafox y Mendoza –recordado por ser quien invirtió su herencia personal para la construcción de la Catedral de Puebla— pidió que en el Altar Mayor, en el gran ciprés de estilo neoclásico –también diseñado por Manuel Tolsá y construido por José Manzo– , se colocara la escultura de la virgen.

En los trabajos del ciprés también intervinieron otros artistas como José Salmón, José Patiño Ixtlinque y Mariano Vargas.

La historia de la Catedral

El recinto religioso ubicado en el primer cuadro de la ciudad de Puebla se comenzó a construir entre 1536 y 1539 por iniciativa del fray Julián Garcés, obispo de Tlaxcala, pero quedó inconclusa y fue hasta 1640 cuando la Corona española le ordenó a  Juan de Palafox y Mendoza concluirla.

Así, construyó 14 capillas laterales y el altar mayor construido por Manuel Tolsá entre 1797 y 1818 y hay 14 pinturas que presumen son de Miguel Cabrera.

 

 

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