Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- El barroco sigue vigente en la cultura, arte y vida cotidiana de Puebla y es más visible cuando refleja a diario la relación entre España y lo que un día fue la Nueva España en la música, teatro, literatura y arquitectura poblana. Hay un espacio que alberga en 17 mil metros cuadrados su influencia en la entidad: el Museo Internacional Barroco (MIB).
Por sí solo ya es una pieza de arte. La edificación fue diseñada por Toyo Ito, el ganador del Pritzker 2013 –una especie del Nobel, pero en arquitectura- y está ubicada en la zona territorial Atlixcáyotl. Abrió sus puertas al público en 2016.
Toyo Ito fue considerado como un creador de edificios atemporales, que proyectan optimismo, ligereza y alegría. “Su arquitectura combina innovación conceptual de edificios soberbiamente ejecutados y es reconocida por la dimensión espiritual y poética que transciende de todas sus obras”, describió el jurado cuando le otorgó el premio.
Por eso el MIB refleja eso, con sus paredes inclinadas, el movimiento que remite a la fluidez del agua y al paso constante del tiempo. Las fuentes y la entrada son toda una experiencia a la vista. El museo conecta con el Parque Metropolitano de Puebla.
La intención de su construcción consistió en promover los sucesos históricos, científicos y culturales que repercutieron en el arte en Puebla, además de los aspectos políticos, económicos y sociales relevantes que influyeron en ello, sobre todo, aquellos códigos estéticos y culturales de origen virreinal que consolidaron la cultura en el estado.
El MIB es un edificio de dos pisos, cuenta con ocho salas de exposiciones permanentes, dos para muestras temporales, una en donde se exhiben colecciones especiales.
Además, alberga 20 salones interactivos, salas de conferencias, auditorio, biblioteca, restaurante y espacios al aire libre.
En cada espacio buscan difundir el arte del barroco con sus particularidades locales y regionales, sobre todo aquellos avances del siglo XVI en el apogeo de dicha corriente artística, inclusive, se aborda la relación y el intercambio de mercancías entre los países asiáticos, Europa y la Nueva España.
En sus salas se pueden encontrar con muebles característicos de la época, como es el barroco, lleno de adornos, retoques y compuestos de diversos materiales, además de cuadros con las mismas características.
Pero no sólo eso, recorrer el interior del MIB es una experiencia completa para todos los sentidos, no sólo la vista. Las exposiciones cuentan con recursos multimedia, en los que puedes escuchar la música del periodo barroco y repasar la historia a través de audiolibros, tocar través de pantallas mapas.
Mientras que para el sentido del gusto el restaurante ofrecerá diversos platillos cuya elaboración depende de las exposiciones temporales que albergan. El menú varía cada semana.
En los pasillos también hay maquetas de arquitectura poblana, una de ellas de la capital del estado en la que se observa el primer cuadro de la ciudad, con la catedral, su palacio municipal y el zócalo.
El Museo Internacional Barroco es considerado como uno de los más vanguardistas del mundo, su construcción fue una odisea de varios años y ahora es de los más visitados del estado.
