Puebla, Pue.- La egresada de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Maricarmen Rojas López colabora en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard en uno de los estudios clínicos más grandes que hoy se desarrollan para comprender la Covid-19, la enfermedad que ha puesto de cabeza al mundo.
La posdoctorante en el Massachusetts General Hospital (MGH), tiene una corta pero fructífera carrera científica, su trabajo ha trascendido como autora y coautora de 13 publicaciones en revistas indizadas y en el registro de una patente.
“Lo más importante es que todo esto me ha llenado de gran satisfacción y más porque soy mexicana, poblana y orgullosamente BUAP”, dijo.
Si bien su línea de investigación es la relación patógeno-hospedero, la respuesta inmune innata, la inflamación y Shigella flexneri, la trascendencia de Covid-19, una pandemia que ha cobrado millones de víctimas en el mundo, la ha llevado a integrarse a otros proyectos sobre la muerte celular y estudios de proteómica, con el fin de comprender esta enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2.
En el Massachusetts General Hospital, su centro de trabajo desde 2018 como posdoctorante, se integró a una de las investigaciones clínicas de mayor trascendencia sobre Covid-19 que hoy desarrollan científicos de este hospital, con sede en Boston, de la Harvard University y del Broad Institute.
Iniciado en marzo pasado, se trata de un estudio clínico con 300 pacientes, a quienes se les tomaron muestras de sangre para identificar marcadores específicos causados después de la infección, así como para comprender porque unas personas desarrollan una enfermedad severa, otras moderada y otras más son asintomáticas. Desde el Massachusetts General Hospital, esta investigación es liderada en parte por la doctora Marcia B. Golberg, de la División de Enfermedades Infecciosas, a la cual está adscrita la doctora Maricarmen Rojas López.
Un segundo proyecto vinculado al referido, aunque más pequeño, es identificar si hay algún tipo de muerte celular después de la infección y qué tipo de células se activan o mueren. Los resultados de ambas investigaciones están próximos a ser publicados.
La historia de Maricarmen Rojas López es la de una mujer que supo combinar la disciplina en el estudio, la claridad en sus metas y las oportunidades que le brindó la educación pública.
“No vengo de familia adinerada; soy hija de un taxista y de una cocinera, mis recursos no eran para ir a otro estado o a una escuela privada. Lo importante no es si te pagan la mejor escuela o universidad; lo verdaderamente importante es tu esfuerzo y dedicación. De la universidad pública he tomado sus fortalezas y su impulso para salir adelante”.
A la BUAP ingresó desde sus estudios de educación media superior, en la Preparatoria Enrique Cabrera Barroso-Urbana; continuó con la Licenciatura en Biomedicina, en la Facultad de Medicina, y la Maestría en Ciencias Microbiológicas, en el Centro de Investigaciones Microbiológicas del Instituto de Ciencias (ICUAP).
En 2012, la doctora Rojas López se integra al laboratorio del doctor Fidel Zavala, en The Johns Hopkins University, Bloomberg School of Public Health, donde su carrera da un giro al cambiar el estudio de las bacterias por parásitos: Plasmodium, causante de malaria, así como de parásitos quiméricos, enfocado al desarrollo de vacunas.
“Siempre he valorado todo lo que la BUAP me ha dado para llegar hasta donde estoy”, refiere al recordar esos años previos a su traslado a Europa, donde comienza sus estudios doctorales, gracias al proyecto DISCo (A multidisciplinary Doctoral Industrial School on novel preventive strategies against E. coli infections), auspiciado por la Unión Europea, a través de la FP7 Marie Curie Action Initial Training Network and European Industrial Doctorate.
Maricarmen Rojas López, quien obtuvo el grado de doctora por la Université d’Auvergne-Clermont (Francia) y la Universita de Roma Tre (Italia), no duda que su destino está ligado a la investigación, en instituciones de educación superior, centros de investigación o en la industria farmacéutica. Todos estos años le han confirmado su vocación científica, iniciada en las aulas de la BUAP, institución a la cual le reconoce una educación de calidad “que me ha permitido estar donde estoy”.